Los laboratorios de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) son cuna de diversos tipos de investigaciones con impacto en la ciudad y la región. Tal es así que un grupo de investigadores trabaja para crear un nuevo “yogur funcional” que sea benéfico para el organismo humano, el cual podría contribuir en la prevención de ciertas enfermedades.Marina Bettiol es reciente egresada de la carrera Ingeniería en Alimentos de la UNVM y actualmente lleva adelante su tesis doctoral denominada “Diseño y optimización del proceso de producción de un yogur funcional a base de péptidos bioactivos y probióticos obtenidos de lactosuero”.

Para este trabajo cuenta con una beca doctoral financiada por CONICET bajo la dirección de las doctoras Mariana Montenegro (UNVM-CONICET) y Lilia Cavaglieri (UNRC-CONICET).

Según cuenta, el objetivo principal es generar un producto con un mayor valor agregado. “Elegimos un yogur porque es un alimento fermentado de consumo masivo y el lactosuero que es un coproducto de la industria láctea, y generalmente está destinado a desecho o alimentos de animales”.

Etapas de la investigación 

Según explicó, en esta instancia de trabajo ya se obtuvieron los péptidos, ahora se encuentran evaluándolos y caracterizándolos.

“Los péptidos son moléculas que están formadas por la unión de varios aminoácidos. Este procedimiento se lleva a cabo con el suero de quesería que contiene el 20% del total de proteínas de la leche”, indicó.

Actualmente, trabaja en colaboración con las doctoras María Belén Ballatore y Noelia L. Vanden Braber (becarias posdoctorales del CONICET) en la hidrólisis (ruptura) del concentrado de proteínas de suero, para obtener péptidos bioactivos con elevada actividad antioxidante, destinados a prevenir el estrés oxidativo y enfermedades asociadas al mismo tales como dolencias cardiovasculares, Alzheimer, Parkinson, cáncer, entre otas.

Además, señaló que pretende aislar del lactosuero microorganismos probióticos para funcionalizar alimentos.

“Los probióticos son microorganismos vivos que, ingeridos en una concentración adecuada, pueden mejorar la salud del consumidor, por ejercer efectos benéficos sobre la microbiota intestinal y sistema inmune”, especificó Bettiol.

La idea radica en que un desecho de la industria láctea pueda ser revalorizado para producir un alimento de consumo diario, en este caso el yogur.

Perfil de la investigadora

Marina Bettiol es de Villa María y tiene 24 años. Es reciente egresada de la carrera Ingeniería en Alimentos por la UNVM y se encuentra desarrollando el primer año del Doctorado en Ciencias: Mención Agroalimentos, de la misma casa de altos estudios, bajo la dirección de las Dras. Mariana A. Montenegro y Yanina E. Rossi.