Un equipo de investigación del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) trabaja en la revalorización de sustratos de la región que usualmente son usados con escaso valor tecnológico o desechados. El objetivo central del trabajo es poder generar energía a través de la refuncionalización del lactosuero.

El grupo de trabajo está dirigido por la doctora Mariana Montenegro, con la colaboración de la doctora Lilia Cavaglieri y compuesto por la microbióloga Carla Aminahuel, licenciado Joaquin Arata Badano, microbiólogo Ladislao Ivan Diaz Vergara y la ingeniera en alimentos Marina Bettiol. Además Participan las doctoras Yanina Rossi, Noelia Vanden Braber y Gabriela Gallo

Derivados lácteos:

El lactosuero, más comúnmente conocido como “Suero de la leche”, es la fracción líquida que se obtiene durante la coagulación de la leche en el proceso de fabricación del queso y de la caseína. En la actualidad este derivado de la industria láctea es principalmente utilizado, sin valor agregado, para la alimentación de porcinos.

Carla, integrante del equipo, comenta que “se está trabajando en la obtención de microorganismos capaces de utilizar la lactosa que está presente en este subproducto para poder transformarlo en bioetanol”. El bioetanol, a partir de lactosuero, se constituye como un biocombustible de primera generación en Argentina se emplea principalmente para la producción de biocombustibles.

A partir de los avances de este equipo de investigación se podría comenzar a utilizar lo que hasta el momento era desperdicio, de la producción lechera, como materia prima para la generación de energía renovable para un desarrollo sostenible. “La idea es que el etanol producido a partir de lo que se obtiene del permeado pueda ser utilizado para sustituir o suplementar los combustibles fósiles” señaló Aminahuel.

Energía renovable:
Dentro de las ventajas que trae consigo la refuncionalización del lactosuero se destaca la posibilidad de evitar la alta contaminación producida al momento de ser desechado. A su vez implica un avance para los pequeños y medianos productores de la zona que hasta el momento “se ven obligados a vender, a muy bajos costos, el suero obtenido a empresas de mayor escala que cuentan con la tecnología necesaria para darle el adecuado tratamiento” añadió la investigadora.

Teniendo en cuenta la fuerte impronta de la industria lechera en Villa María y la región este tipo de avances científicos significa un gran aporte para productores de pequeña y mediana escala que lograrían transformar, lo que hasta el momento eran deshechos, en un derivado revalorizado capaz de ser introducido al mercado energético.

Perfil de la Investigadora:
Carla Aminahuel tiene 27 años y es de Río Gallegos, Provincia de Santa Cruz. Se recibió de la carrera Microbiología de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC) en 2014. Actualmente es becaria de Conicet donde realiza su investigación y cursa el doctorado en Ciencias Biológicas de la UNRC.