Un grupo de investigadores de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) está trabajando en la revalorización del calostro bovino para poder transformarlo en un producto que sea capaz de prevenir la muerte prematura de terneros por diarrea neonatal.

El trabajo, titulado “Desarrollo de un bioproducto basado en calostro bovino hiperinmune para la prevención de infecciones bacterianas entéricas perinatales en terneros”, es llevado adelante por la becaria del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) bioquímica Sonia Gisela Sodero . La dirección del equipo está a cargo de la doctora Carina Porporatto , mientras que las co-dirección es llevada a cabo por María José Manfredi y Romina Bellingeri. Además participan en la línea de investigación estudiantes de Medicina Veterinaria.

Se ha podido determinar que en Villa María y la región la presencia de bacterias enteropatogénicas en terneros es una de las principales causas de muerte prematura, repercutiendo directamente en la economía y desarrollo de los pequeños y medianos productores.
Es a partir de esta problemática que el mencionado grupo de investigación se ha planteado el objetivo de generar un producto, obtenido del mismo mamífero, que sea capaz de prevenir este tipo de patologías y que a su vez no signifique para los emprendedores una importante inversión.

Calostro bovino:

El calostro es la primer secreción posterior al parto generado por la glándula mamaria que, en los bovinos, tiene la particularidad de transmitir las defensas que el ternero necesita para desarrollarse.
Está compuesto por altos niveles de anticuerpos, citoquinas, factores de crecimiento y péptidos antimicrobianos que permiten proteger al animal recién nacido de patógenos ambientales mientras se desarrolla su sistema inmune. De esta manera durante el periodo de lactancia el animal va reforzando su sistema inmunológico garantizando una mejor calidad de vida que repercutirá en las posteriores reproducciones.

En este caso el principal objetivo del equipo de trabajo consiste en poder generar un bioproducto en polvo basado en el calostro bovino para la prevencion de infecciones bacterianas entéricas en terneros. Previo a esto, y para garantizar la funcionalidad plena de este derivado, se planteó la necesidad de estandarizar técnicas de laboratorios para poder determinar la calidad de los calostros.

El procedimiento de trabajo consiste en seleccionar una serie de animales preñados, hiperinmunizarlos contra la bacteria y a partir de ello se intenta identificar que el calostro tenga la carga de imunoglobulinas suficiente, para luego convertirlo en polvo que se utilizará para la alimentación de terneros y poder prevenir la mencionada diarrea neonatal.

“Los productores muchas veces conservan los sobrantes de calostro pero sin saber si estos contienen o no la carga inmunológica necesaria para luego ser administrado a otros terneros”, comentó Sonia. “De allí surge la necesidad de proveer al sector lácteo las herramientas para poder determinar la utilidad de estos derivados y posteriormente ofrecer un subproducto revalorizado como lo es, en este caso, el calostro en polvo” agregó la investigadora local.

Este avance científicos permitirá aumentar el nivel de producción del sector lácteo disminuyendo los riesgos de muerte durante las primeras horas de vida, fomentando la reutilización del calostro bovino con su debido tratamiento y clasificación.

Perfil de la investigadora:
Sonia tiene 38 años. Es mamá de Simón y Catalina, de 6 y 4 años respectivamente, es licenciada en Bioquímica Clínica de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), realizó una especialidad en Química Clínica, se desempeña en la UNVM como docente en la licenciatura de Ambiente y Energías Renovables desde 2012 y desde 2016 es becaria doctoral de CONICET.