El Máster Internacional en Tecnología de los Alimentos (MITA) comenzó en mayo de este 2018 a través del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas de la Universidad Nacional de Villa María. La novedad de esta propuesta académica es su dictado en simultáneo con la Universidad de Parma, Italia y la Universidad Buenos Aires (UBA).El ingeniero en Alimentos y coordinador de este trayecto de posgrado, Carlos Berra habló de la participación activa que tienen los 27 maestrantes, del perfil del egresado, la salida laboral, la mirada global e internacional y su conexión con las otras universidades.

¿Cuál es el perfil que tienen los maestrantes?

El perfil que tienen los maestrantes es bien variado. Tenemos un tercio vinculado al sector lechero, gente vinculada a la industrialización de la carne, a organismos de control como el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), profesionales vinculados a la oleaginosa, manisera y personas relacionadas a la fabricación de otro tipo de alimentos como son los farináceos. También directores técnicos de empresas de Córdoba que son proveedoras de catering en hospitales u hogares de día. Además, gente vinculada a maquinarias agrícolas y producción de cerdo y alimentos a base de soja. No solo animal, sino fundamentalmente humana.

Son 27 personas y afortunadamente no hubo deserción. Tienen una participación activa y positiva.

¿Cuál es el valor distintivo del MITA?

Los estudiantes valoran mucho la experiencia de los docentes en cuanto a saber hacer sobre cuestiones que ocurren en líneas de procesos de distintas transformaciones de alimentos.

Pero principalmente se valora el enfoque internacional de los disertantes de la Universidad de Parma, no tanto en la tecnología sino más bien en el comercio internacional, en el packaging internacional, en todo lo que hace al rotulado de los alimentos y a las normativas que se exigen a nivel global para la comercialización de alimentos. Eso lo han valorado mucho. Además hemos tenido disertantes de muy buen nivel, tanto internacionales como nacionales.

La gente aprecia mucho la transferencia de la experiencia práctica de cómo fueron resolviendo situaciones problemáticas más allá del conocimiento científico puro.

El máster tiene una mirada global, integral, con el norte puesto en la misma dirección en la que caminan los alimentos hoy en el mundo.

¿Cómo es el dictado en paralelo?

Existe un convenio marco con la  Universidad de Parma, Universidad de Buenos Aires y Universidad Nacional de Villa María, donde el master tiene dos sedes. Una va por décima edición en la UBA  y acá que es la primera edición. Pero lo que recibe el aula de la UBA y el aula de Villa María es exactamente lo mismo. Se dicta la conferencia en Parma y en simultaneo lo recibe UBA y nosotros. Y algunos docentes nacionales dictan en Buenos Aires y nosotros los recibimos acá por videoconferencia y otros docentes los recibimos nosotros como presencial.

A partir del año que viene iniciamos con la tecnología de procesos y habrá una presencia importante de docentes de mucha experiencia de Parma.

También creo que hemos marcado una pequeña diferencia con lo que se dicta en paralelo con la UBA, en tener mejores condiciones en infraestructura para hacer la parte práctica que son los laboratorios.  Enriquece muchísimo la trasferencia de conocimientos.

¿Cuál es el principal aporte a la región?

Tenemos gente de todo el mapa provincial. El valor agregado es está en que es un master de una mirada muy global. Además la gente que está cursando está inmersa laboralmente y de esa forma aplican los conocimientos de forma simultánea.

¿Cuáles son las perspectivas a futuro?

Se piensa continuar porque hay demanda. Se definirá en el marco del Consejo Directivo, pero la idea es continuar. Lo que está en duda es si se abre una cohorte el año que viene o si se espera a que termine este grupo y en el 2020 empezar con una cohorte nueva.Desde marzo hasta agosto del 2019, tendrá un perfil distinto, con módulos abierto porque se abordará tecnologías. Será una apertura muy grande.

 Perfil del coordinador

Carlos Berra nació en Villa María y estudio Ingeniería en Alimentos. Tiene una vasta experiencia en el sector lácteo a nivel internacional. Trabajó muchos años en el exterior para programas de desarrollo lechero. Actualmente se encuentra cursando el MITA.