El Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas de la Universidad Nacional de Villa María transitó un 2018 totalmente significativo, tanto través del crecimiento de sus carreras, como en el avance en investigación y extensión. El decano, Germán Cassetta, realizó un balance y planteó los desafíos para el año entrante.  Habló de las acreditaciones obtenidas, el crecimiento en la participación de proyectos,  el vínculo con el sector y valoró el trabajo de los equipos docentes y nodocentes.

¿Cómo evaluás los objetivos alcanzados del ciclo lectivo 2018?

Este año el crecimiento fue sostenido. Dos de las carreras, Ingeniería en Alimentos y la licenciatura en Ambiente y Energías Renovables se consolidaron a través de una modificación del plan de estudio que permitirá que se actualicen, mejoren y brinden una posibilidad distinta de formación. Eso se está trabajando de manera interna y se va a comenzar a implementar una vez finalizados los procesos correspondientes de reglamentación nacional.

Para Agronomía fue un año muy importante porque empezó a dictarse la carrera acreditada y también porque se logró que los estudiantes de la anterior  carrera migren a la nueva propuesta de dictado completo en la UNVM y así se pudieron recibir aquellos que estaban en el trayecto final.

Diseño Industrial hace cinco años que se viene dictando y en 2018 tuvo sus primeros graduados. Ya está consolidado un equipo docente y hay un funcionamiento de la carrera que empieza arrojar los primeros resultados. Estamos trabajando para que en el 2019 se pueda fortalecer ese proceso y aumentar todos los años el número de inscriptos.

Medicina Veterinaria es una carrera que tiene 11 años, está acreditada y no para de crecer. El vínculo con la comunidad en la que está inserta, a través de los distintos servicios de atención que brindan los equipos conformados por docentes y estudiantes avanzados, es fundamental en su funcionamiento.

La dinámica de crecimiento favoreció un marco para que este año comencemos a dictar el Máster Internacional en Tecnología de los Alimentos (MITA) junto a la Universidad de Parma, Italia.  La carrera se sostuvo durante el año y no tiene desgranamiento. Son 30 estudiantes que han continuado en el transcurso del año y ya está asegurada una nueva cohorte para el ciclo lectivo entrante.

Este 2018 empezamos a dictar el Doctorado en Ciencias –  Mención Agroalimentos y hoy tiene 11 alumnos cursándolo. Algunos graduados y docentes del instituto y otros docentes externos que se acercan a la Universidad para poder profundizar su formación.

¿Cómo se vinculan los graduados con el sector?

Todos los estudiantes de Básicas ya sea de grado o posgrado, una vez que egresan consiguen insertarse en las distintas cadenas productivas que hay en la región. Hoy uno circula por el sector y ve graduados en casi todos los lugares. Es difícil ir a una fábrica, a un centro de producción, una reunión de capacitación en donde no haya un agrónomo, un veterinario, un licenciado en ambiente o un diseñador industrial de nuestra casa.

En San Francisco, los cinco graduados de diseño industrial están trabajando.  El vínculo que tiene el Instituto con el sector productivo está fortalecido. Siempre decimos que no queremos que la formación se produzca solo en el aula sino salir a que el aula también sea el área productiva.

El sector analiza cada vez más que la competitividad o la generación de nuevos productos tiene que ver en general con la asociación a un sector de investigación. Los nuevos productos que se generan tienen una alta carga de investigación y desarrollo, eso es lo que nos va a diferenciar de los productos commodity. Tenemos vínculos con empresas que se plantean modificar sus productos y necesariamente participan a la Universidad.

¿Cuáles son las expectativas para el 2019?

La expectativa principal es crecer en el número de estudiantes.  Eso tracciona las carreras para adelante. Tenemos que presentar acreditación en Ingeniería en Alimentos que es la carrera que nos queda para tener todas las carreras de grado y posgrado acreditadas por la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (Coneau) que es una característica que tienen algunas carreras del Instituto.

En investigación, hemos desarrollado una cantidad importante de proyectos, tenemos una significativa cantidad de investigadores, de becarios. Tenemos recursos generados en la Universidad, otros son generados por Conicet y otros programas de la Provincia o la Nación. Todo ese recurso económico, favorece o genera posibilidades para que se incremente la cantidad de personas que puedan desarrollar cada vez más investigaciones demandadas por el sector. Hay una parte que es básica pero también hay una parte que busca dar respuestas al contexto que nos interpela, nos pregunta, nos consulta.

También se consolidan los equipos, van creciendo en infraestructura y todo eso se vuelca al aula y lo académico. Necesitamos que los docentes sean investigadores porque un docente que investiga  lleva esa investigación al espacio áulico y es ahí donde se generan las vocaciones científicas y donde se conforman los equipos para desarrollar mejores investigaciones. En ese ida y vuelta del investigador en el aula y el investigador en la acción es donde se fortalece. En básicas las investigaciones han ido creciendo año a año, hemos logrado que más investigadores estén en el programa nacional de incentivos docentes, hemos logrado que algunos consigan promociones dentro de la carrera de Conicet, hemos conseguido que mucho graduados  tengan becas Conicet para poder iniciarse en la carrera de investigador. Cada año tenemos más becas de estímulo a las vocaciones científicas para que estudiantes en el final de su etapa puedan seguir el recorrido científico.

En extensión cada año tenemos mayor cantidad de proyectos, mejor vínculo con los distintos sectores con los que trabajamos y ciertos proyectos de este año nos han puesto con otras capacidades a través de financiamientos específicos, además hemos generado más vínculos de trabajo en conjunto con el movimiento campesino. También se sigue trabajando con el periurbano de Villa María  y se amplió a otras ciudades.  Se trabaja en extensión pero se nutre la investigación. De a poco apoyamos a la generación de nuevas políticas, a la generación de algunas normativas donde el Instituto puede participar, ya sea en un Concejo Deliberante, en una ciudad o en otra, inclusive en alguna ley que tenga que ver con el sector, con el vínculo, o con la implementación de programas.

¿Cuál es el valor de los equipos de trabajo de Básicas?

Todas las cosas que se han podido hacer en estos años se generan a partir de equipos de trabajo en los distintos claustros. No se puede pensar en un plan de estudio si no participan docentes, estudiantes, graduados. No se puede pensar en un proyecto de investigación si no hay un acompañamiento a los docentes, estudiantes, graduados y nodocentes que lleven adelante el proceso. No se puede pensar en la puesta en marcha de un doctorado si no hay un equipo de docentes que lo piense, que lo trabaje junto a los nodocentes para la presentación y la acreditación y en la implementación estén trabajando juntos.

Los avances tienen que ver con que hay un equipo de nodocentes que es muy bueno, que gestiona, desarrolla y hace. Y que está divido en distintas áreas y cada uno trabaja en su área sabiendo qué pasa en la otra. No se hubiese podido hacer sin docentes que se agrupan por temas por intereses, por ganas, y desarrollan diferentes actividades. Nosotros tenemos características particulares, porque trabajamos con seres vivos, porque nuestras carreras son evaluadas. Se requiere que trabajemos todos juntos.

Cuando un área logra avanzar, desarrollarse, crecer, aprobar o destacarse es todo el Instituto quien lo ve como positivo.