Rindieron su Trabajo Integrador Final en el Centro Universitario San Francisco (CUSF) con la presencia de familiares, amigos y autoridades.
Aldana Sanchez, Matias Bordese, Augusto Buratto, Darío Ferreyra y Virginia Goitea son los primeros estudiantes de Diseño Industrial en rendir el Trabajo Integrador Final en el Centro Universitario San Francisco (CUSF).
Hace cinco años la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) inauguró su extensión en aquella localidad. Seis meses después el Instituto Académico y Pedagógico de Ciencias Básicas y Aplicadas (IAPCByA) incorporó la carrera de Diseño Industrial a la oferta académica.
Estos cinco jóvenes, que apostaron por la educación pública y gratuita, rindieron sus trabajos ante un auditorio repleto de familiares, amigos y también autoridades. El decano del Instituto, Germán Cassetta los acompañó y felicitó. “Estos primeros egresados significan un importante avance para la ciudad en la que estudiaron, donde también ya están trabajando”.
Los trabajos
Los egresados presentaron dos proyectos y ambos relacionados al trabajo del productor de campo. Todos obtuvieron la calificación 10.
Matías y Darío diseñaron un producto abocado al eje agrícola-ganadero con la temática de engorde de hacienda y dirigido a pequeños productores.
Propusieron “Huella Vacuna”, que consiste en una pista de alimentación modular. “Permite mejorar el bienestar animal en confinamiento, reduciendo los días de encierro, atendiendo las problemáticas de anegamientos por barro, control de efluentes, estrés animal y enfermedades bovinas”, señaló Darío.
Comentó que es un diseño que incita al productor a aplicar buenas prácticas para actividad de engorde, como las que que ofrece el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
En tanto que Aldana, Augusto y Virginia desarrollaron “Cowalt”, un sistema para bienestar y descanso también para el ganado bovino.
“Fue diseñado específicamente para resolver la problemática de la mastitis”, dijo Augusto. Explicó que es una enfermedad que se genera en la glándula mamaria y se da dentro de los corrales de encierre, por el contacto de la ubre con el suelo.
“Nosotros generamos un cubículo que se adapta a tres configuraciones. Lo que hace es elevar al animal de la zona en la que se encuentra. Es decir, le hacemos una plataforma, un suelo. Ofrece la ventaja de ser transportable, higienizable y tiene un sistema de drenaje por medio de ranuras, eso tiene una caída a un contendor. Ese contenedor le da versatilidad al productor, de acuerdo a la cantidad de animales que tiene poder”.
Contó que su principal competencia es el hormigón y que su objetivo es reducir la mastitis para que el animal llegue lo más limpio posible al sector de ordeñe.