Gustavo Bronstein es biólogo y fue docente en la Facultad de Agronomía de Córdoba. Hoy está cursando el primer año de la carrera de Agronomía en el Campus de la Universidad Nacional de Villa María. “En esta formación, me faltan algunos capítulos”, confesó.
Los pasillos de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) son testigos diarios de la presencia de cientos de estudiantes que vienen de distintas partes de la provincia y el país para cumplir el sueño de obtener un título universitario.
Cada día que transcurre en la UNVM, existe una nueva historia para contar y que se materializa en los estudiantes que ingresan a esta casa de altos estudios.
Gustavo Bronstein, tiene 73 años y a principios de este ciclo lectivo comenzó a estudiar la carrera de Agronomía que se dicta a través del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas. Es biólogo, recibido de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y confesó que llegó al Campus para “completar información” que le faltaba. Actualmente es jubilado y se dedica de forma parcial al tratamiento de agua, para laboratorios, filtración o consumo humano.
“A mí siempre me gustó la agronomía, pero cuando empecé a estudiar la carrera de biología aún no estaba creada en Córdoba”, explicó.
Comentó que, sin haber estudiado esa carrera, toda su vida estuvo vinculado con el sector agropecuario. Fue docente de la Facultad de Agronomía de la UNC y también de la Universidad Católica de Córdoba (UCC). Además, desempeñó tareas en el ministerio de Agricultura y Ganadería de la provincia.
“Veo que en esta formación me faltan algunos capítulos. La idea era completar esa información faltante por cuenta propia o con una carrera y las circunstancias me trajeron a Villa María”.
Los módulos comunes, un diferencial
Sobre la carrera que se dicta en el Campus de la UNVM, destacó: “Es una propuesta muy buena, no solo por las materias técnicas sino por las complementarias. Es novedoso que la Universidad ofrezca cursos de otras disciplinas que no son las estrictamente técnicas. Me refiero a la gimnasia, el teatro, el canto, filosofa, idiomas, deportes”. Y agregó que la Universidad debe ser “universal”.
También resaltó la infraestructura con la que cuenta esta casa. “Todo es muy nuevo y es un apoyo a la docencia”.
De docente a estudiante
Bronstein ejerció como docente y hoy desde el lugar de estudiante contó cómo es volver a los estudios a los 73 años.
“Vos no podes decir que no podes caminar, sino probas de caminar. Esas son limitaciones relacionadas con la psiquis por un costumbrismo. Si es correcto y es cierto que a medida que pasa el tiempo tenemos una experiencia que es valiosísima para nosotros y al mismo tiempo una falta de acceder a nuevas tecnologías, que es duro. Estas nuevas formas de comunicación yo no las viví, no accedí y me cuesta”, confesó.