Se trata de un proyecto científico-tecnológico que realizan investigadores e investigadoras del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas de la Universidad Nacional de Villa María y que apunta a frenar el avance de distintas afecciones oculares.

El principal objetivo del trabajo consiste en evaluar el efecto neuroprotector de nuevos derivados del Timol (TM) y Carvacrol (CV). Ambas sustancias están presentes en el orégano y el tomillo, y podrían contribuir a evitar la muerte de células retinianas de diferentes patologías oculares como el glaucoma, retinopatía diabética y la retinosis pigmentaria que afectan a gran porcentaje de la población.

“La idea es sintetizar nuevos derivados, corroborar su actividad antioxidante y posteriormente ponerlo a prueba” comentó la becaria de Conicet, Ayelén Inda. “A su vez el compuesto obtenido será formulado en sistemas de nano y micro particulados para su incorporación al organismo” agregó la investigadora.

La relevancia del trabajo radica en la generación de un producto de derivados naturales responsables de contrarrestar el avance de patologías que, a largo plazo, son propensas a generar pérdida de visión.

“Si bien existen medicamentos que actúan sobre este tipo de patologías, esta alternativa ofrecerá la posibilidad de proteger a las células activando aún más la función antioxidante y antiinflamatoria para retrasar el avance de la enfermedad”, especificó Ayelén, y añadió: “actualmente el trabajo está en etapa de generación de los derivados”.

El proyecto de investigación “Estudio del potencial efecto neuroprotector de formulaciones farmacéuticas innovadoras que  transporten nuevos derivados de moleculas bioactivas”, es dirigido por la docente e investigadora de la Universidad Nacional de Córdoba, Daniela Quinteros, y co-dirigido por los docentes de la UNVM, Lisandro Hergert y Soledad Ravetti. A su vez colabora con el equipo la becaria Conicet, Camila Clemente.

Perfil de la investigadora:

Ayelén es oriunda de San Carlos de Bariloche, Farmacéutica egresada de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y desde marzo está radicada en Villa María en el marco de su beca doctoral de Conicet que se extenderá por los próximos 5 años.