En los laboratorios de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) están desarrollando Nuevas Entidades Químicas (NEQs) con potencial para ser utilizados como candidatos o prototipos para el desarrollo de fármacos para las terapias de las enfermedades del Chagas, Malaria y Leishmaniasis.

La investigación forma parte de la tesis doctoral de la becaria Conicet Camila Clemente, denominada “Diseño y Desarrollo de Nuevos Fármacos para Enfermedades Infecciosas Desatendidas”, dirigida por los doctores Lisandro Hergert y Daniel Allemandi.

La investigadora explicó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció el concepto de Enfermedades Infecciosas Desatendidas y recalcó que son consideradas  “desatendidas” porque, generalmente, las padecen las poblaciones de “bajos recursos” que tienen acceso limitado al servicio de salud.

De acuerdo a estudios previos, se determinó que para estas enfermedades no existen en la actualidad fármacos nuevos. Y agregó que la industria farmacéutica invierte gran cantidad de dinero cada vez que desarrolla un nuevo medicamento, por lo cual espera que al salir al mercado sea rentable.

“Con estas enfermedades, la perspectiva de un retorno económico es razonablemente baja porque el grupo destinatario de este fármaco son poblaciones con bajos recursos y vulnerables”, afirmó Clemente.

Indicó además que las terapias farmacológicas existentes para tratar estas enfermedades generan muchos efectos adversos, baja efectividad y son invasivas. “En algunas situaciones el paciente debe recurrir a un dispensario para que un profesional de la salud le administre la medicación, estas poseen esquemas terapéuticos prolongados y son medicamentos de elevado costo, motivos por lo que conlleva al paciente a un abandono del tratamiento”, sostuvo la investigadora.

La investigación

Camila está estudiando el Chagas, la Malaria y la Leishmaniasis ya que tienen alta incidencia en el país y Latinoamérica. “Es de nuestro interés desarrollar nuevas entidades bioactivas para estas tres enfermedades porque tienen un alto impacto en la salud pública, tanto en Argentina como en países de la región”, dijo.

En su primer año como doctoranda se centró en diseñar los fármacos a través de estudios computacionales. “Lo que hicimos fue partir de compuestos naturales; es decir, trabajamos con aceites esenciales y hacemos cambios estructurales en la molécula para que ese compuesto natural pueda llegar a ser un potencial candidato”, explicitó.

Detalló también que, para que una molécula llegue a ser un candidato a fármaco, se deben hacer estudios de estructura-actividad de la molécula y que gracias a la computadora logran optimizar dicho proceso.

En este sentido, comentó: “Una vez que tenemos el diseño, el segundo paso es tener el compuesto, que es lo que vengo haciendo por el momento, que es la síntesis química. Luego se hacen diferentes estudios para identificar inequívocamente la molécula”.

A pesar de los avances y resultados, la investigadora indicó que aún queda mucho trabajo porque “de todos los compuestos, también se hacen estudios de actividad biológica”.

Pruebas

En el Campus de la UNVM trabajan en el diseño y desarrollo de Nuevas Entidades Químicas y se estudian las propiedades fisicoquímicas de interés biológico y farmacéutico de los compuestos.

En conjunto con la doctora Sara Robledo, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia (Medellín-Colombia), se realizan los estudios de actividad biológica in vivo e in vitro de las enfermedades.

Clemente indicó que los resultandos obtenidos dan “buena actividad” y se espera que sea posible poder formular estos fármacos por vía oral para que tengan una fácil administración en los pacientes y esto mejore su adherencia al tratamiento.

Perfil de la investigadora

Camila Clemente es oriunda de Oliva y egresó como Farmacéutica en 2016 de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Actualmente trabaja en su tesis doctoral como becaria Conicet en conjunto con la UNC y la UNVM.