Se trata de una iniciativa que pretende un trabajo interdisciplinario entre las distintas carreras del Instituto Académico Pedagógico de Ciencias Básicas y Aplicadas de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM).

El pasado jueves 14 de marzo se aprobó de manera unánime en el Consejo Directivo del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas, presidido por el decano Germán Cassetta, la creación del Observatorio Regional de Cambio Climático (OCC) que permitirá analizar eventos meteorológicos de carácter extremo, generar estudios locales sobre posibles fluctuaciones del clima y publicar informes de interés para la región.

Según relataron desde el comité que conforma al OCC, el estado actual de los cambios climáticos supone uno de los mayores desafíos que deben enfrentar las naciones. Es desde esta perspectiva que se planteó la necesidad de promover un espacio que trabaje las distintas aristas de manera interdisciplinaria y tansdisciplinaria a nivel local y regional.

“En este contexto, resulta necesario posicionar a UNVM como centro de estudios zonales del cambio climático, no solo como referencia académica, sino también aportando desde las diversas disciplinas cuando las circunstancias o las demandas externas e internas lo requieran para la mitigación y adaptación del fenómeno”, señalaron desde el comité y agregaron: “también se proyecta trabajar de manera articulada entre proyectos de investigación de los diferentes institutos de la Universidad y la posibilidad de comenzar a trabajar con distintos órganos estatales que estén en la temática”.

El equipo de trabajo es coordinado por el docente de la licenciatura en Ambiente y Energías Renovables, Luis Enrique Tuninetti, y por el docente de Agronomía, Fernando Primo Forgioni. A su vez forman parte del grupo los docentes e investigadores Fernando Gallego, Georgina Etchegaray, Jorge Foa Torres, María José Galván, Leticia Ana Guzmán, Javier Ignacio Yáñez, Pedro Soldero, Paola Salvatierra, Daniel Romero y Emiliano Jozami.

La región de Villa María se ubica dentro de las cuencas lecheras más importantes del país y la provincia de Córdoba representa el 40 por ciento de la producción nacional. En Argentina, prácticamente la totalidad de la producción ingresa al circuito industrial y es procesada térmicamente para su conservación y posterior comercialización.En ese marco, un equipo de investigadores, liderado por el doctor Alejandro Lespinard, se encuentra evaluando nuevas tecnologías para pasteurización de la leche en los laboratorios de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM).

En este contexto es que a partir de abril de este año Milagro Mercatante comenzará a realizar su doctorado como becaria del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) en esta temática, bajo la dirección de Lespinard y la co dirección de Ramiro Arballo, docente e investigador de la Universidad Nacional de La Plata.

Su trabajo de investigación estará focalizado en explorar la tecnología de microondas, como una alternativa innovadora a los procesos tradicionales de pasteurización de la leche, mediante el desarrollo de modelos matemáticos, la observación experimental y la selección de las mejores condiciones de operación. Asimismo se contempla el diseño y desarrollo de un prototipo de pasteurizador por microondas a escala piloto.

Según se especifica en su plan de trabajo, la pasteurización por calor es uno de los procesos más utilizados para extender el período de aptitud de la leche y hacerla “más segura para el consumo humano”. Sin embargo, durante su aplicación se generan pérdidas de componentes nutricionales y sensoriales. Estas pérdidas de calidad se intensifican en aquellos procesos donde el producto entra en contacto directo con superficies que se encuentran a temperaturas elevadas, tal como ocurre en las paredes de intercambiadores de calor en procesos continuos o de envases en procesos discontinuos. Estas mermas de calidad se originan debido a que se llevan a cabo procesos de agregación y desnaturalización de proteínas y precipitación de sales minerales que forman una capa o costra en dichas paredes, originando lo que se conoce como “ensuciamiento” o “fouling” por su definición en inglés.

La pasteurización por microondas, en cambio, surge como una alternativa tecnológica que origina en el producto una mayor retención de la calidad nutricional y sensorial en comparación con los tratamientos térmicos tradicionales, explican.

Metodología

Según indican, la metodología de trabajo consta de tres instancias. En primer lugar, estudiarán de forma experimental y de manera comparativa la transferencia de calor en la leche durante la pasteurización mediante el empleo de tecnologías convencionales y por microondas.

En segunda instancia desarrollarán ecuaciones para describir y modelar matemáticamente el calentamiento de la leche.

Posteriormente, generarán métodos de predicción del tiempo de pasteurización para diferentes condiciones.

Finalmente, desarrollarán una metodología de optimización del proceso, utilizando distintas funciones objetivo que involucran la calidad final del producto.

Ventajas

En el plan de trabajo especifican que las ventajas que tiene este proceso son la reducción en el impacto ambiental, ahorro de energía, uso de energía limpia, ahorro de espacio y disminución de los tiempos de proceso con respecto a los métodos tradicionales.

Perfil de la investigadora

Milgaros Mercatante es de Villa María y tiene 25 años. Se encuentra finalizando la carrera de Ingeniería en Alimentos de la Universidad Tecnológica Nacional Facultad Regional Villa María. Previamente, participó como becaria en el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y este año comenzará su actividad como becario Conicet en la UNVM.

El Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas de la Universidad Nacional de Villa María anunció la apertura de las convocatorias para Ayudante Alumno Ad-Honorem y Rentado.

Según establece la resolución número 192/2018 los estudiantes de la Universidad que deseen enriquecer su formación y tareas propias de la docencia, investigación o extensión podrán incorporarse en calidad de ayudantes alumnos. Por su parte, desde 2018, el Instituto de Básicas cuenta con la figura de Ayudante de Alumno Rentado a partir de la cual el estudiante, que es seleccionado en un concurso para aspirantes, recibe una remuneración económica por sus labor.

Convocatoria Ad-Honorem:

El plazo se extenderá desde el primero de febrero al 29 de marzo y se podrá aplicar a cualquier espacio curricular. Reglamento y formulario de inscripción aquí

Convocatoria Rentado:

En este caso sólo se podrá aplicar a un espacio curricular por carrera, el cual es preestablecido por resolución, y la fecha de inscripción para materias de anuales y de primer cuatrimestre se extiende desde el 28 de febrero al 15 de marzo.

  • Agronomía: Mejoramiento y Selección Animal – 1er cuatrimestre
  • Licenciatura en Ambiente y Energías Renovables: Ecoestadística – 1er cuatrimestre
  • Ingeniería en Alimentos: Microbiología – 1er cuatrimestre
  • Diseño Industrial: Sistemas de representación – Anual
  • Medicina Veterinaria: Histología y Embriología – Anual

Reglamento y formulario de inscripción aquí

Horarios:

Para la inscripción a cualquiera de las convocatorias el estudiante deberá presentarse con la documentación completa (disponible en la sección trámites de esta web) en Secretaría Académica de cada sede, según donde se dicte la carrera:

  • Campus UNVM: Secretaría Académica del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas (Av. Arturo Jauretche 1555) de 8 a 15 horas.
  • Villa del Rosario: Sede UNVM (Obispo Ferreyra 411) de 8 a 18 horas.
  • San Francisco: Centro Universitario San Francisco – CUSF (Trigueros 151) de 15 a 20 horas.

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En el último período del año el Instituto Académico Pedagógico de Ciencias Básicas y Aplicadas de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) superó la marca de los mil graduados convirtiéndose en un hecho histórico para la casa de altos estudios que entre los tres Institutos Académicos Pedagógicos suma más de 3500 egresados y egresadas.

«Se trata de más de mil historias que ya cerraron una etapa en sus vidas y ahora son profesionales insertos en el ámbito laboral o científico de la ciudad y la región», comentó el decano del Instituto, Germán Cassetta. Además relató que «resultó emocionante ver, este último tiempo, cómo estudiantes que hace muchos años intentaban finalizar la etapa universitaria pudieron concretar sus objetivos», haciendo referencia al incremento de graduados por año del Instituto que pasó de 100, en 2017, a 300 en 2018. «Esto se debe a un esfuerzo conjunto entre el equipo docente, nodocente y de gestión que ha llevado adelante un arduo trabajo para poder acompañar a los estudiantes en su etapa final, garantizando siempre la calidad académica pretendida por la Universidad pública».

Según precisó el decano, el Trabajo Final de Grado (TFG) es donde se observaba mayor dificultad, «para contrarrestar esta situación se crearon comisiones docentes que acompañan a los estudiantes en ese proceso final», indicó. «En el caso de las carreras donde no se exige el TFG, se identificó los espacios curriculares donde había más dificultad para poder repensar y ver qué estrategias eran más convenientes, apuntando a revertir esa situación», añadió.

El Instituto en la actualidad dicta un total de 5 carreras de grado distribuidas entre Villa María, Villa del Rosario y San Francisco. En la Sede principal de la UNVM se puede cursar Agronomía, que ya cuenta con más de 600 egresados; Ingeniería en Alimentos, que superó los 300 egresados, y la Licenciatura en Ambiente y Energías Renovables, con más de 10 egresados; en la sede de Villa del Rosario se dicta la carrera de Medicina Veterinaria que ya egresó a mas de 50 profesionales; en San Francisco funciona desde hace 5 años un Centro Regional de Educación Superior (CRES) en donde se dicta la carrera de Diseño Industrial que este año obtuvo sus primeros 5 graduados. A esos graduados y graduadas se les suman más de 30 de la licenciatura en Óptica Oftálmica y 17 de la licenciatura en Informática, que ya no se dictan en la institución.

«Son más 1000 vidas que se transformaron porque tuvieron oportunidades y se esforzaron, ahora ayudarán a desarrollar el país poniendo al servicio de la sociedad su profesión y generando oportunidades para nuevos estudiantes», remarcó. «Debemos seguir trabajando para la construcción de la Universidad pública, gratuita y de calidad que es sostenida gracias al esfuerzo de todos los Argentinos», concluyó la autoridad máxima del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas.

La Ingeniería en Alimentos es una carrera de 6 años de duración y dictado conjunto entre el Instituto Académico Pedagógico de Ciencias Básicas y Aplicadas (IAPCByA) de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) y la Escuela Superior Integral de Lechería (ESIL). Este formato debutó en 2012 y fue símbolo de un nuevo modelo de vinculación, inédito en el ámbito nacional, que jerarquizó las articulaciones entre casas de altos estudios e institutos de formación no universitarios.Su coordinador, ingeniero Juan Pablo Bertello, resaltó el impacto de esta propuesta “vinculada a las demandas concretas de la región” y sostuvo que el trabajo conjunto entre ambas instituciones “otorga una fortaleza importante”.

 

– ¿Cómo es la articulación ESIL – UNVM?

– Una parte se cursa en la Escuela de Lechería, donde el estudiante obtiene su título como “Técnico/a Superior en Lechería y Tecnología de los Alimentos”. En simultáneo, quienes desean formarse como “Ingenieros/as en Alimentos”, cursan una currícula adicional en la UNVM.

 Es la única de su tipo en el país que se estructura bajo un formato de articulación con una institución terciaria y posee acreditación por parte de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitarias (CONEAU).

Se trata de una particularidad que le otorga una fortaleza importante a nuestra propuesta de formación porque cada institución logra sinergizarse, dándole al estudiante un conjunto de herramientas de formación que se ven reflejadas cuando egresa; tiene horas de prácticas y vivencias que son diferentes respecto a estudiantes de la misma carrera que dictan otras universidades.

 

– ¿Cuál es el perfil del egresado?

– El título que otorga la UNVM habilita al futuro profesional para trabajar en el ámbito público, en cuanto al control de plantas procesadoras de alimentos para desarrollar reglamentación y levar adelante la aplicación del Código Alimentario Argentino.

También, en el ámbito privado, se ocupan de la gestión de calidad y, en cierta medida, están preparados para intervenir en el diseño de equipos que están involucrados en procesamiento de alimentos.

Aquellos que tienen la vocación de investigar pueden acceder a posgrados y dedicarse a la carrera académica. En este sentido, resulta importante destacar la posibilidad que ofrece el IAPCByA de cursar una maestría de nivel internacional en Villa María, tal es el caso del “Máster en Tecnología de los Alimentos” (MITA) que se dicta en conjunto con la Universidad de Parma (Italia).

 

– ¿Qué  importancia  e impacto tiene la carrera para nuestra región?

– Las Ingenierías en Alimentos poseen siempre improntas vinculadas a la región en la que están insertas.

Por ejemplo, la carrera que se dicta en la Mesopotamia, en la Universidad de Entre Ríos (UNER), tiene una estrecha vinculación a la producción de frutas y jugos. La de Mendoza (UNCUyo) tiene una fuerte impronta en el procesamiento de frutas, verduras y conservas. La de Villa María, en particular, al estar situada en una de las cuencas lecheras más fuertes e importantes del país, se potencia con los conocimientos y la experiencia que le otorga al estudiante la Escuela Superior Integral de Lechería (ESIL).

Podemos decir entonces que nuestra carrera logra responder a una demanda real de profesionales formados con ciertas fortalezas, ventajas y capacidades en el área de los productos lácteos.

 

– ¿Cómo es la salida laboral?

– En la región existe una demanda importante y sostenida de profesionales en este rubro. Gran parte de nuestros egresados ya están trabajando en industrias de distinta envergadura.

Desde la puesta en marcha de la carrera de Ingeniería en la UNVM se graduaron casi 300 estudiantes. Muchos de ellos optaron por continuar su formación de posgrado, realizando especializaciones, maestrías y doctorados.

 

Perfil del Entrevistado

Juan Pablo Bertello es villamariense y estudió Ingeniería Química en la Universidad Tecnológica Nacional Facultad Regional Villa María (UTN-FRVM). Realizó una especialización en Enología en la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) y actualmente se encuentra estudiando la Maestría en Viticultura y Enología.

El coordinador de la carrera de Ingeniería de los Alimentos, Juan Pablo Bertello y la docente de la casa, Gabriela Gallo, participaron de la reunión anual convocada por la Asociación Universitaria del Sector Alimentario (AUSAL) en la Universidad Nacional de Luján.

Durante la jornada, los representantes de Universidades nacionales, realizaron un análisis sobre los parámetros establecidos por la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) en el marco de los nuevos estándares de acreditación presentados por Consejo Federal de Decanos de Facultades de Ingeniería (CONFEDI).