A través de una articulación entre el Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM), el INTA y apicultores, proyectan impulsar la conformación del primer ‘apiario de referencia’ en la región. El objetivo es aportar innovación, maximizando la productividad y la calidad sin desatender el bienestar de las abejas.

Tras la gran preponderancia que ha tenido la actividad agrícola en esta zona durante los últimos años, y su consecuente utilización de los suelos para determinados cultivos, el trabajo de cría, recría y producción de miel con abejas ha ido disminuyendo.

Es en este sentido, que días atrás el secretario de Investigación y la secretaria Académica del Instituto de Básicas, Carlos Berra y Georgina Etchegaray, participaron de una reunión junto a María Noel Ferraris y Mónica Moretto, del INTA y el apicultor Federico Ezenga a fines de proyectar acciones conjuntas que permitan contrarrestar el mencionado deterioro de este tipo de producción.

«Los apiarios dependen de las flores de los cultivos ganaderos, especialmente de la alfalfa, la cual se ve resentida por el avance de la agricultura, provocando que se disponga de menos lugares de asentamiento de los mismos. Esto significa menos productores y, por consecuencia, menos profesionales especializados en la temática», mencionó al respecto el docente de la Ingeniería en Alimentos, Juan Pablo Bertello y añadió: «Por eso, esta alianza busca colaborar e incentivar la incorporación de especialistas en el área y nuevos productores apícolas que ayuden a la sostenibilidad de la actividad»

Apiario de un integrante del grupo Cambio rural ‘El nuevo enjambre’

«La primera acción conjunta que estamos planificando es la instalación de una Unidad Demostrativa Apícola (UDA) en el predio de la UNVM, la cual busca garantizar el bienestar de las abejas productoras, monitoreando factores que inciden en este tipo de sistemas», comentó al respecto Carlos Berra y agregó: «Este espacio propiciaría la extensión, investigación y capacitación con estudiantes, productores y profesionales vinculados a la actividad, permitiendo también mejorar los procesos productivos apícolas cuidando la calidad de la miel, hidromiel, propóleo, polen y otros productos que pudieran obtenerse».

Según resaltaron, esta articulación entre el sector público y privado «busca poner a disposición de la comunidad tecnologías más cercanas a sus pautas socioculturales, incentivando la permanencia o la iniciación en una actividad de vanguardia en lo que respecta a la producción de alimentos para la sociedad».

Resulta importante mencionar que de esta iniciativa participan tanto docentes de Alimentos como de Agronomía y que esta primera acción ha sido presentada en el marco de un Proyecto de Extensión universitaria para la edición 2023.