El Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas de la Universidad Nacional de Villa María presentó, a través de un acto virtual, un equipo de nanofiltrado de suero que se encuentra en funcionamiento en la Cooperativa El Craikense. La adquisición de esta tecnología se dio a partir de un convenio de comodato suscrito por la UNVM en el marco del Programa Agrovalor, financiado conjuntamente por los ministerios de Agricultura y de Educación de la Nación.

Durante el evento, estuvieron presentes la decana del Instituto, Carolina Morgante, el secretario de Investigación y extensión, el coordinador de Gabinete, Germán Cassetta junto al representantes del ministerio de Agricultura, Ganaderia y Pesca de la Nación, del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES), el Ministerio de Agricultura y Ganadería de Córdoba, Confederación Intercooperativa Agropecuaria (CONINAGRO), la Federación de Cooperativas Federadas (Fecofe), la Federación de Cooperativas Lácteas (Fecolac) y la Junta Itercooperativa de Productores de leche (JIPL).

En la oportunidad, la decana destacó el «gran» logro que representa este convenio: «La puesta en marcha del equipo permitirá agregar valor al suero de la leche, que hasta la actualidad es considerado un desecho altamente contaminante para el ambiente. Como Universidad resulta trascendental poder colaborar en este sentido». Además resaltó: «el aprendizaje será mutuo porque esta alianza nos brindará la posibilidad de que estudiantes, docentes, investigadores y becarios se sumen como equipos de trabajo para realizar prácticas en las instalaciones de la cooperativa».

Para finalizar, la máxima autoridad del Instituto de Ciencias Básicas destacó: «Sin dudas se trata de un importante avance también para el sector cooperativo lácteo en general, que se verá fuertemente enriquecido por el conocimiento que se genera en la Universidad. Estamos muy orgullosos y queremos seguir trabajando en fortalecer el diálogo entre ambos sectores»

En tanto que desde el ministerio de agricultura de la Nación enviaron un mensaje en donde destacaron la oportunidad que representa la puesta en funcionamiento de esta tecnología, que permitirá la capacitación y generación de proyectos de agregado de valor para la industria a partir del intercambio entre el sector cooperativista y la Universidad.

Es importante resaltar que esta vinculación también está enmarcada en un trabajo de cooperación con otras instituciones de la región con la iniciativa de crear una Unidad Productiva de Innovación Agropecuaria y Agregado de Valor (UPIAAV), destinada a la enseñanza, la investigación, la extensión, la vinculación tecnológica y los servicios, para generar emprendimientos que sirvan como modelos de referencia. Según los fundamentos del proyecto, en líneas generales esta Unidad Productiva promoverá y facilitará la vinculación y la transferencia tecnológica, especialmente orientadas a los pequeños y medianos productores.

 

 

En los laboratorios de la Universidad Nacional de Villa María se vienen desarrollando distintas líneas de trabajo que apuntan a resolver las demandas del sector productivo a nivel local y regional. Una de estas busca proponer un nuevo tratamiento para la infección que genera la mastitis bovina. «Estamos trabajando en alternativas terapéuticas a base de Vitamina D, que permitan disminuir el uso de antibióticos y potenciar el sistema inmune de la vaca», comentó la médica veterinaria Georgina Tiraboschi.

Según señaló la graduada del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas de la UNVM, la mastitis bovina representa hoy una de los principales motivos de pérdida económica para el sector lácteo y es causada fundamentalmente por la Staphylococcus coagulasa negativo y la Staphylococcus aureus. «Se trata de dos bacterias que, además de enfermar a la vaca, son capaces de generar biofilms que funcionan como escudo, dificultando así la correcta absorción de la terapia antibiótica suministrada», destacó la médica veterinaria.

«Actualmente estamos trabajando en una alternativa a base de Vitamina D utilizada como agente inmuno modulador, estimulando la generación de péptidos microbianos», resaltó Georgina, y agregó: «Los péptidos nos permitirían contrarrestar la conformación de esos escudos que generan las bacterias, potenciando el tratamiento antibiótico y a su vez al sistema inmune del animal».

El equipo, conformado por investigadoras, docentes, becarias y estudiantes de Básicas, viene avanzando desde hace algunos años para dar respuesta a esta necesidad propia del sector productivo lácteo. «En una primera instancia la línea se abocó al desarrollo de formulaciones a base de quitosano, posteriormente se generaron nanoparticulas cargadas de este polímero y en esta nueva etapa pretendemos incorporar la Vitamina D a este compuesto, para sumar ambos efectos buscando un mejor tratamiento contra la infección de la ubre de la vaca», destacó la investigadora.

La relevancia de este avance radica en la posibilidad de evitar las pérdidas económicas que se producen cuando una vaca se enferma de mastitis. Según mencionaron, el tratamiento que se utiliza actualmente implica retirar al animal de la producción mientras se lo esté atendiendo y a su vez, cuando la vaca ya esté curada, no podrá volver a producir comercialmente en el mediano plazo a causa de los restos de antibióticos que se alojarán en su organismo. «Esta alternativa representa una oportunidad para fortalecer el sistema inmune del animal evitando que se infecte con la bacteria y, en el caso de que se infecte, potenciar el efecto de los antibióticos suministrados garantizando una pronta reincorporación a la producción», concluyó Tiraboschi.

Perfil de la investigadora:

Georgina tiene 29 años es oriunda de Villa Carlos Paz, estudió Medicina Veterinaria en la sede de Villa del Rosario de la UNVM, se graduó en 2019 y a principios de 2020 se incorporó al doctorado en Ciencias con Mención Agroalimentos y fue beneficiada con una beca doctoral del Conicet, dirigida y co dirigida por las doctoras Luciana Bohl y Carina Porporatto respectivamente.

Un equipo de trabajo del área de alimentos del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas de la UNVM se encuentra realizando avances que pretenden sumar valor agregado a un desecho del maní. «La iniciativa propone fundamentalmente poder revalorizar un subproducto de la industria manicera, como lo es la piel o tegumento del maní, a fin de poder extraer fracciones enriquecidas en antioxidantes con potencial a ser adicionados en alimentos», comentó la ingeniería en Alimentos Camila Urenda.

El maní, tal y como se conoce en el mundo de los consumidores, está recubierto por 2 capas. Primero está la cáscara, que ocasionalmente es utilizada para generar energía en aquellas fábricas que cuentan con las instalaciones para hacerlo, y después está la piel colorada que recubre al fruto seco. Según indicaron desde el grupo de trabajo de la UNVM esta última capa, que actualmente desechada por la industria, científicamente se denomina tegumento, y cuenta con el potencial necesario para la extracción de un antioxidante natural como lo es el resveratrol.

«El resveratrol se constituye como un derivado que funciona como antioxidante natural y que serviría en principio para reducir los niveles de azúcar en sangre, reforzar el sistema inmunológico e impedir la aglomeración de proteínas en el cerebro contrarrestando el avance de enfermedades como el alzheimer, entre otras», comentó la ingeniera en Alimentos, Camila Urenda, quien forma parte de este equipo que busca la revalorización de subproductos.

La relevancia de esta iniciativa radica en la posibilidad de tomar un desecho, disminuyendo el impacto ambiental que este generaría como tal, para poder utilizar sus beneficios nutritivos, adicionándolo en otros productos de consumo diario. «La idea es, a través de distintos mecanismos de extracción, obtener de la piel del maní el aceite de reverastrol para luego aislarlo y buscar la mejor forma de ser adicionado en alimentos de consumo diario», comentó. De esta manera, se le ofrece a la industria la posibilidad de revalorizar un subproducto de la producción manicera y se propone la generación de alimentos funcionales para el organismo sin necesidad de recurrir a aditivos artificiales.

«Si bien por el contexto actual no hemos podido llevar a cabo las tareas prácticas en los laboratorios de la UNVM actualmente nos encontramos realizando avances en cuestiones de abordaje teórico referido a las diversas formas existentes para la extracción de este aceite. Se trata de una matriz compleja que implica probar distintas sucesiones de extracción, para encontrar la forma de extraerlo en el estado más puro posible», puntualizó la investigadora local y agregó: «Lo positivo de esta línea es que hay una importante predisposición por parte de la industria, están atentos a los avances que se realizan en la UNVM y lo toman como una oportunidad para elevar los estándares de la producción».

Por último destacaron que si bien esta primera instancia apunta a un derivado del maní, está planificado en una segunda instancia la posibilidad de trabajar con el aprovechamiento del ácido láctico con el mismo objetivo de refuncionalización, entendiendo la importancia que esto tiene para el sector productivo en el que se encuentra la Universidad.

Resulta significativo mencionar que el equipo de trabajo del cual forma parte Camila es dirigido y co-dirigido por la doctora Marianela Sánchez y el doctor Mario Lanteri respectivamente y además cuenta con la participación del estudiante de la ingeniería en Alimentos que dicta la casa de altos estudios local, Humberto Quiñonez, quien se encuentra colaborando en las tareas en el marco de una beca de Estímulo de Vocación Científica (EVC) dependiente del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN).

Perfil de la investigadora:

Camila tiene 25 años, es oriunda de Villa María, se graduó en el 2018 de la ingeniería en Alimentos que dicta el Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas. Durante su formación de grado participó como ayudante alumna rentada y ad-honorem en distintos espacios curriculares de su carrera, en 2017 fue beneficiada por las becas EVC del CIN y desde principios de este año fue reconocida por una beca doctoral del Conicet enmarcada en el Doctorado en Ciencias Mención Agroalimentos que dicta la misma institución.

Una cámara termográfica perteneciente al Instituto Académico y Pedagógico del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas, será puesta a disposición de la ciudad para medir la temperatura de las personas. 
Esta situación se da en el marco de la pandemia que está padeciendo el mundo respecto al Covid – 19 nuevo Coronavirus.
El doctor Alejandro Lespinard es el docente del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas que actualmente la utiliza para su investigación en el área de alimentos y se ocupa de calibrarla para sensar temperatura en humanos y así poder ponerla a disposición del Municipio de Villa María.
¿Porque puede medir la fiebre?
Si bien este aparato en la UNVM es utilizado para controlar la temperatura de los alimentos, según precisó Lespinard, también puede ser aprovechado para controlar las temperaturas corporales.
Un indicador importante sobre la presencia de una infección es una temperatura corporal elevada que indica la presencia de fiebre, por lo que “la termografía es el método ideal para escanear individuos o grandes multitudes de personas”, explicó el investigador de Básicas. Para ello se mide la temperatura del ángulo interno del ojo y se activa una alarma cuando se detecta una divergencia.
De este modo es posible reconocer personas con una temperatura corporal elevada de forma rápida y fiable que permitirá separarla para un control más exacto.
¿Como funciona?
La empresa que desarrolla este tipo de aparatos indica que se mide la temperatura de la cara y si el punto más caliente excede del valor límite configurado aparece un aviso en la pantalla del dispositivo arrojando alerta.
Además precisaron que para obtener valores correctos las personas deben situarse a una distancia de entre uno a dos metros de la cámara y estar unos momentos sin moverse. Las personas que llevan anteojos se los deben quitar. También se deberán quitar los barbijos y gorros porque sino la cámara no reconoce el rostro.
En el caso, como mencionamos antes, de que el dispositivo arroje alerta de que el cuerpo excede la temperatura configurada, la persona deberá pasar por un reconocimiento médico para un examen más preciso al respecto

Quedó inaugurado, mediante conferencia de prensa, el Instituto Multidisciplinario de Investigación y Transferencia Agroalimentaria y Biotecnológica (IMITAB). Se trata de una unidad ejecutora de doble dependencia entre Conicet y el Instituto Académico Pedagógico de Ciencias Básicas y Aplicadas de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM).

Durante la apertura el rector, Luis Negretti, destacó la importancia que tiene la conformación de este espacio para nuestra Universidad que permitirá consolidar las investigaciones científicas y la transferencia tecnológica. «La puesta en marcha de esta unidad permitirá la actuación convergente y coordinada de investigadores formados en diferentes disciplinas, capaces de generar nuevos conocimientos que permitan resolver los principales problemas y desafíos del sector», subrayó.

Respecto a esto la decana, Carolina Morgante, explicó: «este logro significa que a partir de ahora nuestro Instituto contará con una unidad que nuclea todas nuestras líneas de investigación y nuestros  docentes e investigadores formarán parte de la toma de decisiones que se lleven a cabo en ese ámbito». «A nosotros nos posiciona desde otro lugar y a su vez eleva los estándares de trabajo que tenemos que alcanzar para estar a altura de este reconocimiento», agregó y concluyó: «también es importante resaltar que esto trae aparejado beneficios para el sector productivo local y regional que es hacia donde apuntan gran parte de los trabajos que se desarrollan en Básicas. Es un logro de la Universidad que se expande a toda la comunidad».

Como cierre, el director del Centro de Investigación y Transferencia (CIT) Jorge Anunziata, realizó un repaso histórico del trabajo llevado a cabo conjuntamente entre la UNVM y Conicet, haciendo especial hincapié en el crecimiento consolidado de estos últimos años. «Crecimiento que hoy se refleja en este logro significativo», destacó.

Es importante mencionar que en la resolución emitida por el organismo nacional se establece, para su puesta en marcha,  un equipo de Conicet compuesto por 18 investigadores, 20 Becarios, 1 administrativo y 2 técnicos de laboratorio. Por el Instituto de Básicas formarán parte del equipo 14 docentes investigadores: 1 profesor titular, 1 asociado, 9 adjuntos y 3 JTP.

Listado completo:

  • Investigadores Conicet:
Alejandro Lespinard
Andrea Gomez Sanchez
Carina Porporatto
Fausto Comba
Jorge Andrés Palombarini
Laura Breser
Leopoldo Palma
Luciana Bohl
Mariana Montenegro
Marianela Sanchez
Marina Pilar Gatani
Mario Lanteri
Pablo Fiorito
Pablo Yaryura
Paula Isaac
Soledad Ravetti
Telma Scarpeci
Vanesa Areco
Yanina Rossi
  • Personal de apoyo Conicet:
Cecilia Peralta
Mariana Bonaterra
  • Becarios/as Conicet:
Agustín Conesa
Camila Mara Clemente
Carla Aminahuel
Emiliano Badín
Joaquín Arata Badano
Ladislao Díaz Vergara
Leticia Guzmán
Lucía Saad
Mara Cagnolo
María Jimena Rodríguez
María José Galvan
Marina Bettiol
Micaela Manzotti
Noelia Urseler
Noelia Vanden Braber
Salvador Degano
Sofia Soledad Brignone
Soledad Orellano
Sonia Sodero
Verónica Bogado
  • Docentes:
Analia Rosa Becker
Carolina Morgante
Elena Bonaedo
Gabriel Amilcar Bo
Gabriela Gallo
Gretel Mara Hunzicker
Lisandro Yamil Hergert
María José Manfredi
Mariana Caccia
Romina Bachetti

 

Se trata de 6 profesionales egresados de la UNVM que fueron seleccionados en la convocatoria 2020 para llevar a cabo su doctorado en el ámbito del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas.
En el marco de una nueva convocatoria a becas doctorales, impulsada desde el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), fueron reconocidos profesionales egresados de distintas propuestas académicas que dicta Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas (ICBA) de la Universidad Nacional Villa María (UNVM).
Se trata de los ingenieros en alimentos Antonela Centomo, Tomás Gill y Camila Urenda, el licenciado en óptica oftálmica Franco Manzanelli, la médica veterinaria Georgina Tiraboschi y la ingeniera Agrónoma Lucía Tisera.
A partir de ahora, y por los próximos 5 años, los beneficiarios de la beca llevarán a cabo su línea de investigación enmarcada en un doctorado, radicados en el Centro de Investigaciones y Transferencias (CIT) de la casa de altos estudio local.
«Sin dudas es un logro significativo para nuestro Instituto y nuestra Universidad que día a día trabaja para fortalecer estos espacios de formación científica de gran aporte para la comunidad», comentó la decana del ICBA, doctora Carolina Morgante.
«Son graduados que demostraron su compromiso con la educación pública y hoy son reconocidos con esta beca que les permitirá seguir fortaleciendo su formación profesional», agregó la máxima autoridad del Instituto. «Las líneas de investigación son muy diversas y están orientadas a trabajar en solucionar problemáticas que afectan al sector productivo alimenticio, la salud humana y la salud animal. Implica un gran impacto a nivel local y regional», finalizó.
Temas de trabajo:
  • Ingeniera en Alimentos Antonela Centomo: «Desarrollo y caracterización de ingredientes funcionales microencapsulados obtenidos a partir de co-productos agroalimentarios. Evaluación de la bioactividad in vitro e in vivo».
  • Ingeniero en Alimentos Tomás Gill: «Desarrollo, evaluación y optimización del proceso de salado de quesos de pasta blanda reducidos en sodio»
  • Ingeniera en Alimentos Camila Urenda: «Aprovechamiento químico de subproductos de la industria de agroalimentos para su revalorización y obtención de productos con valor agregado»
  • Licenciado en Óptica Oftálmica Franco Manzanelli: «Eficacia del aceite esencial del árbol de té microencapsulado en el tratamiento de la uveitis»
  • Médica Veterinaria Georgina Tiraboschi: «Estudio de los efectos inmunomoduladores y acntibacterianos de la vitamina D en glándula mamaria bovina»
  • Ingeniera Agrónoma Lucia Tisera: «Evaluación de una formulación de quitosano y antibióticos frente a infecciones intramamrias en bovinos»
Es importante mencionar que también fue destacada la microbióloga Carla Aminahuel con una beca pos doctoral. A la actualidad, Aminahuel, se encuentra finalizando su trayecto del doctorado, también radicada en el CIT-UNVM. Su línea de trabajo girará en torno a la «Microencapsulación de postbióticos obtenidos a partir de co productos alimentarios para su aplicación como ingredientes funcionales».

La nueva decana del Instituto Académico y Pedagógico de Ciencias Básicas y Aplicadas habló sobre su perspectiva de trabajo para los próximos cuatro años de gestión, su mirada sobre la investigación, la extensión, las carreras y los principales ejes de acción.

La doctora en Biología, Carolina Morgante, es la nueva decana electa del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) y será acompañada en la gestión por la secretaria Académica, Georgina Etchegaray y el secretario de Investigación y Extensión, Carlos Berra, quienes fueron designados por unanimidad en la primera sesión del Consejo Directivo.

En diálogo con ella, habló del trabajo realizado en la gestión anterior en su rol como secretaria Académica y planteó cuáles serán los principales ejes de acción para los próximos cuatro años. También resaltó cuál será su impronta en investigación, extensión, carreras, docentes y nodocentes. “Queremos crear nuevas carreras de grado y posgrado en el Instituto”, remarcó.

Fuiste electa con más del 79 por ciento de los votos, ¿cuáles fueron las primeras sensaciones?

Estaba muy emocionada porque sinceramente nunca pensé que íbamos a tener esos resultados. Casi ocho de cada diez personas eligieron y apoyaron este proyecto de Integración Básicas. Depositaron en mí toda su confianza para que sea quien lleve la conducción del Instituto en los próximos cuatro años, por lo tanto, que más decir, es un honor, y estoy más que feliz por este logro. Soy consciente de la responsabilidad y esfuerzo que esto requiere y del profundo compromiso que requiere de parte mía.

¿Cuáles son los principales objetivos de gestión para estos próximos cuatro años?

Nuestros objetivos cuentan con diferentes ejes. En primer lugar, la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) se caracteriza por ser una institución que genera muchísimas oportunidades para todas aquellas personas que quieren acceder a una educación pública, gratuita y de calidad. Lleva adelante diferentes políticas en cuanto a expansión territorial, con sus sedes, sistemas de becas y el recientemente aprobado Sistema Integral de Educación a Distancia. Trabaja fuertemente en ser una Universidad de puertas abiertas y creo que el Instituto de Básicas, en primera instancia, debe continuar este lineamiento, seguir pensando y proyectándose en este sentido.

Por eso, consideramos como prioritario trabajar fuertemente en aumentar la matrícula y hacer una adecuada difusión de nuestras carreras, para que cada vez más estudiantes elijan nuestra propuesta académica. También queremos mejorar los índices de retención y permanencia de nuestros estudiantes. Es un tema prioritario que las instituciones universitarias debemos resolver, porque todo el sistema hace un gran esfuerzo para que los estudiantes se inscriban, transiten por nuestros pasillos y nosotros no queremos que sea el propio sistema el que impida el progreso de los estudiantes. Aquí entra un tercer eje que es mejorar e incrementar la tasa de graduados. Parte de esto es lo que veníamos trabajando en mi rol anterior como secretaria. Hemos tenido buenos resultados y creo que podemos mejorar y profundizar estas acciones. Lo mismo en lo que respecta a generar programas de capacitación continua para nuestros propios graduados y docentes de las carreras. Queremos más docentes y nodocentes con formación de posgrado y garantizar sistemas de becas o aranceles diferenciados para posibilitar esa formación continua y que es necesaria como actores importantes y prioritarios. Son pilares de la vida diaria, del Instituto y de la Universidad.

Finalmente trabajar en la línea de lo que ya tenemos, fortalecer nuestras carreras de grado, continuar trabajando en la acreditación de tres carreras que son alcanzadas por el articulo 43 y en el caso de los docentes, llevar una adecuada política de concursos, como ya lo veníamos haciendo, en el marco del Convenio Colectivo de Trabajo. También implementar la carrera docente del Instituto a partir de su aprobación en el Consejo Superior de la UNVM, como mecanismo que posibilita una evaluación continua de la calidad de los docentes, de su trayectoria, de lo que cada uno genera.

En cuanto a investigación y extensión, trabajamos fuertemente con el sector productivo, social, local, regional y muchas vinculaciones con organismos gubernamentales y no gubernamentales que han posibilitado el avance de diferentes actividades. Somos conscientes que necesitamos generar más vínculos con empresas y con instituciones universitarias, educativas, centros de investigación y demás para poder generar nuevos proyectos, donde se puedan obtener nuevos recursos que permitan el crecimiento sostenido el Instituto en los próximos años.

Para todo ello considero que es sumamente importante la participación colectiva de todos los claustros, de toda la comunidad de Básicas. Y desde esta gestión queremos garantizar mecanismos que posibiliten la discusión entre los diferentes actores, tener diferentes miradas que nos permitan realizar diagnósticos conjuntos y definir líneas de acción que favorezcan una adecuada toma de decisiones.

En la actualidad el Instituto cuenta con 5 carreras, ¿Existe la posibilidad de crear nuevas propuestas de grado?

Tenemos cinco carreras. Tres que se dictan en el campus: ingeniería en Alimentos, la licenciaturaen Ambientes y Energía Renovables y Agronomía. Y dos carreras que se dictan en las sedes. Diseño Industrial en San Francisco y en Villa del Rosario, Medicina Veterinaria. Vamos a seguir trabajando para fortalecer prácticas académicas y la formación de estas carreras. Creo que Básicas necesita nuevas propuestas de grado y también de posgrado. También, alguna propuesta que sea con modalidad no presencial o semi presencial como alternativa que permite abrir oportunidades para gente que no puede vivir en Villa María o en las localidades de alguna de las sedes. En estos cuatro años queremos trabajar para crear propuestas de grado nuevas para el Instituto, que se ajunten a las demandas del sector.

Las dos carreras de posgrado que tenemos se dictan desde el 2018. Una es el Doctorado en Ciencias MenciónAgroalimentos, de dictado propio, que actualmente tiene 11 estudiantes. Y la otra es el Máster Internacional en Tecnología de los Alimentos que se dictan en convenio con la Universidad de Buenos Aires (UBA) y con la Universidad de Parma, Italia. Vamos a trabajar para la acreditación del doctorado, porque tenemos una acreditación inicial, pero queremos presentar una evaluación ante CONEAU y estamos haciendo todo lo que corresponda para lograrlo. Al mismo tiempo, hay mayor demanda de docentes y graduados en realizar capacitaciones o especializaciones de acuerdo a demandas actuales y de la comunidad en su conjunto con lo cual estamos pensando en dos proyectos de especializaciones en el ámbito del Instituto.

Teniendo en cuenta tu trayectoria como docente e investigadora ¿Cuál es la impronta que le vas a dar a la investigación en los próximos años?

Es indiscutible que la investigación cumple un rol esencial. La ciencia y la tecnología en general, en su conjunto, cumplen un rol indispensable en el crecimiento de un país, de una región. Desde la gestión proponemos sostener y generar todas las acciones necesarias para fortalecer a los equipos de investigación. A partir de la creación del CIT – Conicet hubo un salto cualitativo junto a la creación del Instituto Multidisciplinario de Investigación y Transferencia Agroalimentaria y Biotecnológica (Imitab) de doble dependencia entre el organismo nacional y el Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas. Esto generó que investigadores, que eran de otros lugares del país, eligieran la UNVM. Decidieran radicarse, traer a su familia e instalarse aquí. Eso permitió que se generen vínculos con nuestros propios docentes, que son docentes investigadores que no están en la carrera de investigación, fortaleciendo relaciones.También tenemos casi 30 becarios de grado y posgrado.  Hemos crecido en la cantidad de proyectos, no solo en convocatorias propias de la Universidad, sino en convocatorias externas. En ese sentido, hay que profundizar algunas acciones a convocatorias externas, estimular las vocaciones científicas en nuestros estudiantes para que inicien sus primeros pasos en investigación. Al mismo tiempo, es importante que visibilicemos lo que producimos y generamos que esmuchísimo y es muy bueno. Queremos crear una revista científica propia para divulgación de todo lo que hacemos en Básicas, de alcance nacional e internacional. Y también, realizar más eventos científicos nacionales e internacionales, ya que propicia el encuentro entre todas las carreras. Al mismo tiempo, nutrirnos, conocernos, vincularnos, discutir los nuevos avances que hay. Y fundamentalmente generar políticas que permitan el desarrollo de investigaciones aplicadas. La investigación básica es importante y esencial como generación básica de conocimiento, pero también es necesario estimular o fomentar cada vez más lo que es investigación aplicada y sobre todo aquellas permiten el desarrollo sostenido del sector productivo.

¿Cuál es la respuesta del sector ante la investigación que genera el Instituto?

Nos pasa que continuamente se acercan al equipo de gestión gente que trabaja en el sector privado, industrias, cooperativas, pymes y otras instituciones universitarias para tratar de generar alguna vinculación, algún convenio y desde allí proyectarnos juntos y generar nuevos programas y proyectos que potencien a las diferentes instituciones.Tenemos muchísimas fortalezas y a partir de nuestras fortalezas tratamos siempre de hacer un diagnóstico conjunto de la situación,de las demandas reales que hay en el sector y ver cómo de la mejor manera que podamos, canalizar esas demandas y tratar de dar respuestas en el corto y mediano plazo.

¿Cuáles son tus políticas de gestión para la extensión universitaria?

Consideramos sumamente importante valorizar a la extensión y considerarla como un pilar esencial para la vida de la Universidad y en particular del Instituto. Queremos trabajar comprometidamente para llevar adelante políticas que nos vinculen con la sociedad en su conjunto. En este sentido, queremos generar acciones que promuevan que cada vez más docentes realicen actividades de extensión, desde sus cátedras o equipos de investigación y que eso se pueda ver jerarquizado a través de la implementación de la carrera docente.

A su vez, creemos que a través esas actividades de extensión favorecen a que nuestros estudiantes realicen ese tipo de prácticas formativas, comunitarias, sociales y que se puedan formar con una mirada holística de la realidad y ser profesionales comprometidos, críticos que traten continuamente dar soluciones a las demandas de la sociedad. Desde la gestión queremos reglamentar este tipo de prácticas que, al mismo tiempo, garantizan una Universidad de puertas abiertas para todas y todos.

Perfil de la entrevistada:

Morgante nació en Rafaela y estudió Microbiología en la Universidad Nacional de Río Cuarto. Allí también realizó el Doctorado en Ciencias Biológicas. Desde el 2006 está en la UNVM como docente de Agronomía y la Lic. En Óptica Oftálmica. Dirige una línea de investigación conformada por estudiantes y becarios de grado y posgrado. Durante el período 2017-2019 se desempeñó como secretaria Académica del Instituto formando parte de la gestión del exdecano, ingeniero Agrónomo, Germán Cassetta.

Se trata de una iniciativa que pretende profundizar en el conocimiento teórico-práctico de la utilización de microorganismos presentes en el suelo y su rol en el marco de una agricultura sustentable.

La propuesta surge desde el Área de Posgrado del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) y  será dictada del 28 de octubre al primero de noviembre de 2019 en el Campus universitario (Arturo Jauretche 1555). Es importante mencionar que se trata de un curso que acredita para doctorado, aprobado por resolución número 100/2019.

El curso se titula «Los microorganismos del suelo: su uso como biofertilizantes o biorremediadores en una agricultura sustentable» y es coordinado por el docente e investigador de la casa, doctor Pablo Yaryura y la docente de la Facultad de Agronomía de la UBA, doctora Viviana M. Chiocchio.

También participa del dictado la graduada, docente e investigadora de la UNVM, doctora Verónica Felipe.

Aranceles:

  • Estudiantes posgrado IAPCB: 2500 pesos
  • Docentes -becarios/as IAPCB: 2500 pesos
  • Doctorandos externos: 2800 pesos
  • Profesores externos: 3500 pesos
  • Graduados/as UNVM: 3500 pesos
  • Profesionales y empresas: 4500 pesos

CRONOGRAMA COMPLETO

Para inscribirte click acá>> INSCRIPCIONES

Para más información>> posgradoicba@gmail.com

 

Se trata de un proyecto científico-tecnológico que realizan investigadores e investigadoras del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas de la Universidad Nacional de Villa María y que apunta a frenar el avance de distintas afecciones oculares.

El principal objetivo del trabajo consiste en evaluar el efecto neuroprotector de nuevos derivados del Timol (TM) y Carvacrol (CV). Ambas sustancias están presentes en el orégano y el tomillo, y podrían contribuir a evitar la muerte de células retinianas de diferentes patologías oculares como el glaucoma, retinopatía diabética y la retinosis pigmentaria que afectan a gran porcentaje de la población.

“La idea es sintetizar nuevos derivados, corroborar su actividad antioxidante y posteriormente ponerlo a prueba” comentó la becaria de Conicet, Ayelén Inda. “A su vez el compuesto obtenido será formulado en sistemas de nano y micro particulados para su incorporación al organismo” agregó la investigadora.

La relevancia del trabajo radica en la generación de un producto de derivados naturales responsables de contrarrestar el avance de patologías que, a largo plazo, son propensas a generar pérdida de visión.

“Si bien existen medicamentos que actúan sobre este tipo de patologías, esta alternativa ofrecerá la posibilidad de proteger a las células activando aún más la función antioxidante y antiinflamatoria para retrasar el avance de la enfermedad”, especificó Ayelén, y añadió: “actualmente el trabajo está en etapa de generación de los derivados”.

El proyecto de investigación “Estudio del potencial efecto neuroprotector de formulaciones farmacéuticas innovadoras que  transporten nuevos derivados de moleculas bioactivas”, es dirigido por la docente e investigadora de la Universidad Nacional de Córdoba, Daniela Quinteros, y co-dirigido por los docentes de la UNVM, Lisandro Hergert y Soledad Ravetti. A su vez colabora con el equipo la becaria Conicet, Camila Clemente.

Perfil de la investigadora:

Ayelén es oriunda de San Carlos de Bariloche, Farmacéutica egresada de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y desde marzo está radicada en Villa María en el marco de su beca doctoral de Conicet que se extenderá por los próximos 5 años.

Durante todo el mes de abril estará abierta la convocatoria a inscripciones para cursar el Doctorado en Ciencias con mención en Agroalimentos, una propuesta innovadora para la ciudad y la región. Quienes estén interesados podrán ingresar a nuestra sección web de posgrado (aquí)  para visualizar el plan de estudios, reglamento y la nota modelo que deberán presentar al momento de la inscripción.

Para evacuar dudas específicas podrán ponerse en contacto con el área de posgrado al 0353-4539106 interno 3016 de 7 a 14 de lunes a viernes o vía correo electrónico a posgradoicba@gmail.com
Más información brindada por el director alterno de la propuesta de posgrado:
El Doctorado en Ciencias Mención Agroalimentos se posiciona como el primer trayecto doctoral que ofrece el Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas de la Universidad Nacional Villa María (UNVM). El director alterno, Pablo Fiorito, comenta que esta propuesta llegó para «cerrar un ciclo» pendiente con docentes e investigadores de la casa que anteriormente estudiaban las carreras de grado, se insertaban en la docencia, formaban grupos de investigación pero tenían que realizar el trayecto doctoral en otras universidades. Además destacó como principal fortaleza su interdisciplinariedad.
Modalidad de cursado:
Desde el plan de estudio se apunta formar a investigadores especializados en el área de agroalimentos, interesados en el sistema de investigación científica, la enseñanza universitaria y la inserción en el ámbito privado también. La modalidad de dictado consiste en una parte formativa de cuatro materias y de cursos semiestructurados. Si bien algunos son de carácter obligatorio también existe la posibilidad de elegir cursos optativos en función a las temáticas de trabajo de cada estudiante. Al finalizar deben realizar un trabajo de tesis experimental sobre un tema inédito que represente un avance científico-tecnológico y que esté enmarcado dentro de las áreas prioritarias que se investigan en la UNVM.
Importancia para la región y el área:
La importancia de la radicación de esta casa de altos estudios, se puede evidenciar desde varias aristas comenta el director. «La universidad tiene una importante cantidad de grupos de investigación activos, establecidos y que tienen alumnos con becas Conicet que realizan doctorados, chicos que investigan en esta universidad y que el doctorado lo realizaban en otra», asegura. «Desde allí surge la necesidad de la formación de esta oferta de posgrado, necesidad que se traduce en beneficio cuando se tiene en cuenta que si la carrera se ofrece en la UNVM,  toda la producción y logros confluirán en este espacio dinamizándolo hacia la región», agrega.
Además se presenta como oportunidad para los docentes que logran reforzar su trayecto académico viéndose reflejado en la calidad educativa que luego transmitirán a los estudiantes de grado vinculados a la temática «agroalimentos». Si se piensa también en el número de graduados del Instituto se posiciona como una alternativa para «continuar los estudios y hacer una carrera de posgrado», comenta Fiorito y agrega que «son un montón de beneficios los que confluyen».
Valor distintivo:
Desde el plan de estudio se apunta formar a investigadores especializados en el área, interesados en el sistema de investigación científica, la enseñanza universitaria y la inserción en el ámbito privado también. «El tema es un muy importante, hay pocos doctorados en agroalimentos», dice el docente e investigador. Esto se vincula con la necesidad regional y medio productivo.
Es una carrera interdisciplinar, teniendo en cuenta a  los profesores que la forman, en los grupos de investigación y en los temas que se desarrollan. El cuerpo docente lo conforman químicos, bioquímicos, veterinarios, agrónomos y todos enfocando un problema desde su óptica de estudio. «Es un doctorado netamente interdisciplinar y eso refleja la universidad y el Instituto, porque el Instituto, desde el punto de vista de investigación, tiene una interacción muy fuerte entre las áreas», refuerza Fiorito.
«Por ser un doctorado de estas características no podemos tener un gran numero de inscirptos porque tienen que coincidir un montón de cosas: un plan de trabajo, un director, el director tiene que tener recursos para ejecutar los trabajos porque son experimentales y cuestan mucho dinero», remarca y comenta que si bien «hay líneas de fomento para la ciencia, hay que tenerlas» por lo que asegura que el número de inscriptos es ideal».