La enseñanza de posgrado ocupa un lugar estratégico dentro de la educación superior universitaria. Así lo entiende Luciana Bohl, directora de Posgrado del Instituto Académico de Ciencias Básicas y Aplicadas de la Universidad Nacional de Villa María, quien destaca que estas instancias formativas cumplen un doble rol: por un lado, la actualización y profundización profesional; por otro, la generación de nuevo conocimiento científico.
“Quienes llegan al posgrado ya cuentan con una formación de grado y buscan actualizarse o profundizar en una disciplina específica. En el caso del doctorado, además, el eje está puesto en la investigación y en la generación de conocimiento a partir de problemáticas actuales y vacancias existentes”, explica Bohl. Esta perspectiva cobra especial relevancia en una Universidad como la UNVM, fuertemente anclada en una realidad local y regional con impronta agro productiva.
Impacto más allá del ámbito académico
El posgrado no solo transforma trayectorias individuales, sino que también tiene un impacto directo en el entorno social y productivo. En ese sentido, Bohl remarca que las carreras y actividades de posgrado responden a demandas territoriales concretas, además de abordar problemáticas locales y regionales con una mirada científica y contextualizada.
«Las propuestas de posgrado de Básicas, fundamentalmente nuestra especialización, maestría y doctorado, se vinculan directamente con los sectores agrícola-ganadero, alimentario y ambiental, considerándolos áreas claves para el contexto en el que está situada la UNVM. “Nuestros cuerpos docentes están insertos en el ámbito laboral, en la investigación y en el territorio, lo que permite dar respuestas con conocimiento de causa, formación actualizada y pertinencia local”, señala.
Además de las carreras de posgrado, el Instituto dicta cursos, seminarios y talleres orientados tanto a estudiantes de posgrado como a profesionales con título de grado que buscan actualizarse.
«Durante 2025 se desarrollaron propuestas vinculadas a diversas temáticas, incluyendo incluso el abordaje de problemáticas territoriales y ambientales, las cuales tuvieron una muy buena recepción, con participación de actores de organismos públicos y estudiantes extranjeros», comenta Luciana.
Para el próximo año, según adelanta la docente e investigadora, proyectan una agenda de cursos y seminarios con temáticas variadas: desde estadística e inglés —obligatorios para el doctorado— hasta biología molecular, redacción y oralidad científica, y otras capacitaciones que, destaca, «son posibles también gracias a equipamiento que recientemente se ha sumado a los laboratorios de la Universidad, como el sistema HPLC acoplado a espectrometría de masas y microscopía confocal».
Ciencia, tecnología y formación de posgrado
Bohl advierte que la inversión en ciencia y tecnología resulta clave para sostener y fortalecer la calidad del posgrado, especialmente en el doctorado, donde la actualización tecnológica es constante y necesaria. “Estamos atravesando un momento crítico en materia de financiamiento, pero el equipamiento que se logró adquirir en los últimos años es fundamental para la formación doctoral y para la calidad de las tesis y publicaciones científicas”, afirma haciendo referencia al HPLC Masa y Microscopio confocal adquirido en el Equipar Ciencia edición 2023.
«En este escenario, la articulación con instituciones privadas y otras organizaciones aparece como una estrategia complementaria para sostener algunas propuestas, sin perder de vista el rol central de la inversión pública en ciencia y tecnología», comentó la investigadora de Conicet.
Resulta relevante destacar que desde hace algunos años el Instituto, además de su doctorado en Ciencias con Mención Agroalimentos también dicta una Especialización en Nutrición de Bovinos en articulación con el Instituto de Formación e Investigación en Nutrición Animal (IFINA) y una Maestría conjuntamente con el Instituto de Reproducción Animal de Córdoba (IRAC).
Formación, transferencia y generación de conocimiento
Uno de los ejes centrales del posgrado en Básicas es la generación de conocimiento con potencial de transferencia. Según la directora, ese camino que va desde la ciencia básica hasta la aplicación, es parte del proceso lógico de la investigación universitaria. “La transferencia puede darse a través de la inserción de profesionales en espacios de toma de decisiones o mediante el desarrollo de tecnologías y productos. Todas nuestras tesis y trabajos finales tienen un horizonte de aplicación a mediano o corto plazo”, destaca.
Un crecimiento institucional visible
A 30 años de la creación de la UNVM, la presencia creciente de egresadas y egresados de posgrado en los actos de colación marca un punto de inflexión para la vida institucional. “Es el crecimiento lógico de una Universidad pública: primero el grado, luego el posgrado. Tener egresados de especializaciones, maestrías y doctorado consolida la función de generación de conocimiento y amplía las oportunidades de formación para la comunidad”, reflexiona Bohl.
De cara a 2026, el objetivo principal será sostener y fortalecer las propuestas existentes, acompañar a las y los estudiantes en trayectorias que muchas veces se combinan con trabajo y familia, y afrontar los procesos de evaluación y acreditación con el compromiso de mantener la calidad académica.
“Detrás de cada egreso hay un enorme esfuerzo personal, pero también un trabajo colectivo del cuerpo docente, nodocente y de la gestión universitaria. Ver a los primeros posgraduados de Básicas es una señal clara de consolidación y proyección institucional”, concluye.










