Afirman que será fundamental para evaluar los riesgos ambientales de la ciudad.

Desde el año 2013, un grupo de investigadores de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) lleva adelante un proyecto de calidad de suelos en agro ecosistemas del departamento General San Martín y la calidad ambiental de su ciudad cabecera, Villa María.  Trabajan de forma continua en la zona denominada como periurbano, definido según los investigadores como el espacio de transición entre lo urbano y lo rural.

En este marco, se sumará el aporte de la Licenciada en Desarrollo Local y Regional, Dafne Mizdraje quien resultó beneficiaria de una beca doctoral Conicet y que comenzará aplicar desde abril en el Instituto Académico Pedagógico de Ciencias Básicas y Aplicadas de la UNVM. El título de su trabajo se denomina “Identificación y valoración de los Servicios Ambientales (SA) del periurbano en Villa María, Córdoba, Argentina” y su beca será dirigida por la doctora Analía Becker.

“La integración de los SA es fundamental para evaluar y minimizar los riesgos ambientales en la región periurbana de la ciudad”, destacó. Afirmó también que puede ser “fundamental” para la articulación de los cambios ambientales y la toma de decisiones en el manejo sustentable del ambiente, en relación a los sistemas productivos locales.

Antecedentes:

Los estudios sobre el periurbano sentaron las bases para la construcción de la Ordenanza Municipal Nº 7.209 de “Ruralidad Urbana”, la cual plasmó en su artículo tercero el concreto de Servicios Ambientales y la necesidad de un consenso entre lo rural y urbano. “Esto denotó la necesidad de profundizar la investigación sobre los SA en dicho periurbano, ya que el mismo, representa una demanda de los sectores productivos y políticos locales”, indicó la becaria.

En este sentido explicó que, si bien existen diversos conceptos de SA, desde su línea de trabajo se tiene en cuenta la definición que establece la Ley de Presupuestos Mínimos para la Protección de Bosques Nativos que los entiende como “los beneficios tangibles e intangibles que son necesarios para la supervivencia del entorno eco sistémico como para mejorar y sostener la calidad de vida de la población”.

Potenciar líneas de investigación:

Según se indica en el plan de trabajo, el proyecto contribuirá a largo plazo al desarrollo de una línea de investigación en las áreas de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable para la posterior transferencia entre la investigación científica y el desarrollo productivo local.

En este marco, identificarán los potenciales proveedores y beneficiarios de los Servicios Ambientales en el periurbano local y también establecerán un plan de monitoreo de calidad.

 

De qué manera se trabajará:

Para identificar y caracterizar los proveedores de los SA se utilizará la herramienta metodológica de “Evaluación Rápida Rural” propuesta por la Organización de Estados Americanos (OEA), donde se establecerá un análisis participativo del paisaje, tenencia de la tierra, acceso a mercados y el análisis de cambio de uso de suelo, siendo valorados según los factores de cambio y las unidades ambientales intervinientes.

En relación al establecimiento del universo de los posibles compradores/beneficiarios, se utilizará la metodología propuesta por Swallow en los cuales los beneficiarios pueden ser caracterizados y agrupados según el tipo de SA, área demográfica (político-administrativa) en la cual se insertan, grado y tipo de dependencia respecto a los SA, acceso a otras fuentes de aprovisionamiento, derechos de propiedades vinculados a los SA, composición demográfica como así tipos de grupos y organizaciones sociales.

Construcción mapas temáticos y dinámicos que reflejen la espacialidad, tensiones y demandas de uso y conservación en torno a los SA.

Perfil de la investigadora:

Dafne es la primera egresada de la Universidad de su grupo familiar, es nacida en la Ciudad Córdoba, vivió 10 años en Israel y posteriormente en Río Tercero, años más tarde se radicó en Villa María en donde comenzó sus estudios universitarios en la UNVM. A partir de abril comenzará, enmarcada en un proyecto de investigación del Instituto de Básicas y Aplicadas, su trayecto doctoral.

La región de Villa María se ubica dentro de las cuencas lecheras más importantes del país y la provincia de Córdoba representa el 40 por ciento de la producción nacional. En Argentina, prácticamente la totalidad de la producción ingresa al circuito industrial y es procesada térmicamente para su conservación y posterior comercialización.En ese marco, un equipo de investigadores, liderado por el doctor Alejandro Lespinard, se encuentra evaluando nuevas tecnologías para pasteurización de la leche en los laboratorios de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM).

En este contexto es que a partir de abril de este año Milagro Mercatante comenzará a realizar su doctorado como becaria del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) en esta temática, bajo la dirección de Lespinard y la co dirección de Ramiro Arballo, docente e investigador de la Universidad Nacional de La Plata.

Su trabajo de investigación estará focalizado en explorar la tecnología de microondas, como una alternativa innovadora a los procesos tradicionales de pasteurización de la leche, mediante el desarrollo de modelos matemáticos, la observación experimental y la selección de las mejores condiciones de operación. Asimismo se contempla el diseño y desarrollo de un prototipo de pasteurizador por microondas a escala piloto.

Según se especifica en su plan de trabajo, la pasteurización por calor es uno de los procesos más utilizados para extender el período de aptitud de la leche y hacerla “más segura para el consumo humano”. Sin embargo, durante su aplicación se generan pérdidas de componentes nutricionales y sensoriales. Estas pérdidas de calidad se intensifican en aquellos procesos donde el producto entra en contacto directo con superficies que se encuentran a temperaturas elevadas, tal como ocurre en las paredes de intercambiadores de calor en procesos continuos o de envases en procesos discontinuos. Estas mermas de calidad se originan debido a que se llevan a cabo procesos de agregación y desnaturalización de proteínas y precipitación de sales minerales que forman una capa o costra en dichas paredes, originando lo que se conoce como “ensuciamiento” o “fouling” por su definición en inglés.

La pasteurización por microondas, en cambio, surge como una alternativa tecnológica que origina en el producto una mayor retención de la calidad nutricional y sensorial en comparación con los tratamientos térmicos tradicionales, explican.

Metodología

Según indican, la metodología de trabajo consta de tres instancias. En primer lugar, estudiarán de forma experimental y de manera comparativa la transferencia de calor en la leche durante la pasteurización mediante el empleo de tecnologías convencionales y por microondas.

En segunda instancia desarrollarán ecuaciones para describir y modelar matemáticamente el calentamiento de la leche.

Posteriormente, generarán métodos de predicción del tiempo de pasteurización para diferentes condiciones.

Finalmente, desarrollarán una metodología de optimización del proceso, utilizando distintas funciones objetivo que involucran la calidad final del producto.

Ventajas

En el plan de trabajo especifican que las ventajas que tiene este proceso son la reducción en el impacto ambiental, ahorro de energía, uso de energía limpia, ahorro de espacio y disminución de los tiempos de proceso con respecto a los métodos tradicionales.

Perfil de la investigadora

Milgaros Mercatante es de Villa María y tiene 25 años. Se encuentra finalizando la carrera de Ingeniería en Alimentos de la Universidad Tecnológica Nacional Facultad Regional Villa María. Previamente, participó como becaria en el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y este año comenzará su actividad como becario Conicet en la UNVM.

Durante su visita pondrá a prueba el funcionamiento de un infrarrojo lejano que permite la deshidratación de determinados alimentos. En este caso, cabezas de langostinos.

El conocido chef español Borja Bláquez visitó la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) para probar un aparato denominado infrarrojo lejano. El objetivo es determinar si la tecnología es apta para el proceso de secado que se requiere para la generación del polvo de langostinos, sin perder el valor nutricional y sensorial del alimento.

“Esta es una maquinaria novedosa que tiene la capacidad de evaporar a menos de 100 grados”, indicó, haciendo referencia a la tecnología que incorporó recientemente el Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas de la UNVM a través del trabajo de investigación que dirige el doctor Alejandro Lespinard junto al ingeniero Emiliano Badín.

Bláquez hace cuatro años que lleva adelante este proyecto y realizó diversas pruebas de secado a nivel industrial. Contó que esta es la penúltima que le queda. “Necesito encontrar un proceso de deshidratado que me permita exportar el producto”, dijo.

Cómo comenzó el proyecto de Blázquez

Este polvo fue creado por el propio el chef y lleva cuatro años generando diversas tandas con análisis a nivel nutricional, microbiológico, aminoácidos, entre otros.
Contó que parte de la receta la aprendió en uno de los mejores restaurantes del mundo cuando tenía 20 años.

“Ahí hacíamos lo que se llamaba esencia de crustáceos y esa es la base. Aprendí a utilizar lo que se suele tirar como desecho que es la cabeza. A partir de ver la abundancia de desperdicio de langostinos, pensé que se podría hacer esta esencia, industrializarla e investigar cómo quedaría después de deshidratarla y rehidratarla nuevamente”, explicó.

Contó que en aquel restaurante lo usaban “en crudo” y luego de dos horas lo tiraban porque “generaba muchas bacterias”. “Tenía que lograr descubrir un proceso industrial apto sin reproducción bacteriana”, señaló el chef.

Reutilizar desechos

Blázquez explicó que este polvo cuenta con el doble de proteína que la carne de vaca, antioxidantes y colores naturales. Destacó que durante años se han tirado decenas de toneladas al medioambiente y demora más tiempo que la carne en degradarse.

Es por este motivo, que la reutilización de las cabezas de langostinos transformadas en polvo para condimentar significa un aporte al medioambiente.

En qué comidas se puede utilizar

“Donde lo pongas te dará sabor a langostinos”, destacó. Agregó que se puede colocar en una mayonesa, en un queso untable, en una masa para pasta, en un caldo para paella o una crema de leche, entre otras de tantas opciones.

Cómo se genera el contacto con la UNVM

El doctor Alejandro Lespinard señaló que forman parte de un centro de investigación y transferencia y que están en permanente contacto con la demanda del sector productivo. “En este caso se presentó una demanda concreta, que consiste en de deshidratar cabeza de langostino para utilizar como saborizante. Nosotros desde hace un tiempo venimos trabajando en lo que es conservación e ingeniería de alimentos y además con una nueva tecnología que es la de infrarrojo lejano que es de deshidratación”, dijo.

Explicó que tiene como ventaja comparativa, respecto a un secado convencional, que con aire caliente forzado permite mantener las características nutricionales y sensoriales del alimento. “Lo que estamos tratando de hacer con esta tecnología es reducir los tiempos del proceso y mejorar la calidad del producto final”, resaltó.

Comentó además que están vinculados a un importador de estos aparatos que es de Villa María. “Desde hace tiempo estamos en contacto con ellos, asesorándolos en cuestiones técnicas que tienen que ver con la implementación y el uso del infrarrojo”.

“Desde la Universidad hacemos pruebas con distintos productos para que puedan decidir la compra o no del equipo”, finalizó.

Amadeo Martín Costa es graduado de la Ingeniería en Alimentos del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) y este año comenzará su trayecto doctoral inserto en una línea de investigación que pretende la producción de quesos funcionales a partir de la utilización de residuos de la industria láctea y del maní. Su actividad académica está enmarcada en una beca doctoral financiada por Conicet bajo la dirección de la docente de la casa, Mariana Montenegro y co dirigido por la docente de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), Adriana Mauri.

El principal objetivo del proyecto consiste en el desarrollo de dos tipos de quesos funcionales con efectos benéficos sobre la salud del consumidor. Por un lado se está planificando la producción de un queso de pasta blanda adicionado de péptidos antioxidantes producidos a partir del lactosuero; y por otra parte, se proyecta la elaboración de un segundo producto, pero de pasta semidura, sobre el cual se aplicarán recubrimientos comestibles a base de proteínas de maní para protegerlo de los factores externos que deterioran el producto.

Teniendo en cuenta que Villa María se posiciona como una de las principales zonas de producción quesera del país, los objetivos de este trabajo de investigación, que se está gestando en los laboratorios de la UNVM, es prometedor en función de lo que representa tanto para el productor como para el consumidor final.

“El procedimiento de trabajo consiste, principalmente, en recuperar las proteínas retenidas en la tarta residual, expeller del maní, generada de la extracción de aceite por prensado del grano”, comenta Amadeo y agrega: “luego estas proteínas  serán utilizadas como aditivos tecnológicos o como antioxidantes en la producción quesera”.

Es importante tener en cuenta que estos residuos de la industria son actualmente subutilizados en nutrición animal, desaprovechando su valor biológico. En este caso serán revalorizados mediante su empleo como fuente de proteínas y péptidos antioxidantes que serán aplicados para la formulación de quesos funcionales de elevado valor agregado. “Se trata de aprovechar subproductos para generar uno nuevo, además de colaborar con la disminución del impacto ambiental que estos restantes generan sin su debido tratamiento”, reflexiona el ingeniero graduado de la UNVM.

Amadeo es oriundo de Villa María, tiene 24 años y en diciembre de 2018 finalizó su trayecto universitario en la UNVM, en donde ya venía trabajando en la temática en el marco de una beca de Estímulo a las Vocaciones Científicas, además  el joven investigador está próximo a comenzar el doctorado en Ciencias con Mención en Agroalimentos que dicta el instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas de la UNVM.

Ladislao Díaz Vergara lleva adelante una línea de investigación que apunta a la producción de aditivos para animales a través de la refuncionalización de desperdicios de la industria láctea y manisera.

“Hasta el momento se ha trabajado en el aislamiento de levaduras del lactosuero, que se identifican y caracterizan para su posterior microencapsulación y así poder integrarla en la alimentación animal”, precisó el investigador del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM). El objetivo consiste en darle valor agregado a los deshechos de la agroindustria, a través de un tratamiento que permita convertir el desperdicio en alimento balanceado para animales.

“La idea es eliminar un desecho y obtener un alimento derivado de la industria láctea y manisera.”, señaló el Ladislao. “A partir de estos avances se espera generar valor agregado a los subproductos de la agroindustria de la región con la formulación de nuevos aditivos para la alimentación animal”, destacó.

“Actualmente se está realizando la microencapsulación de la levadura, junto a los agentes bioactivos como los péptidos obtenidos de la hidrólisis del mismo lactosuero, para realizar combinaciones y evaluar su viabilidad y la actividad antioxidante de este nuevo producto”, detalló el investigador de la UNVM. La microencapsulación de la levadura se realiza a través del secado por aspersión, que es la metodología utilizada para la producción de leche en polvo, por lo que su implementación no implicaría grandes inversiones para el sector productivo de la región y se vería traducido en mayores ingresos gracias a la posibilidad de comercializar, en este caso, el lactosuero refuncionalizado.

“En un futuro se podría pensar en la asociación de un productor agrícola y una productora láctea que utilice un secado por spray para poder trabajar en conjunto en la generación del alimento”, agrega Díaz Vergara.

El beneficio de este tipo de trabajo se traduce en la reducción del impacto ambiental, que genera el desperdicio, y en un ahorro de recursos para los pequeños y medianos productores que pueden obtener ganancias de lo que hasta el momento eran desechos.

Ladislao es de General Deheza, estudió en la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC), donde también realizó su doctorado, pero radicado en la UNVM, bajo una beca doctoral CIT de Conicet y recientemente obtuvo una beca postdoctoral para seguir trabajando en la misma línea de investigación. El equipo es dirigido por la docente de la casa, Mariana Montenegro, co dirigido por Lilia Cavaglieri de la UNRC y participan también por la UNVM Noelia Vanden Braber, Yanina Rossi, Marina Bettiol, Carla Aminahuel y Joaquín Arata Badano.

Investigadores de la UNVM avanzan en un proyecto que pretende controlar una de las principales patologías que sufren los cultivares de tomate.

Verónica Felipe es doctora, docente e investigadora del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas de la Universidad Nacional Villa María (UNVM) y actualmente ha obtenido una beca postdoctoral del Conicet para estudiar la supresión de enfermedades bacterianas en cultivos hortícolas. “Se trata de un estudio de nuevas estrategias de control de mancha bacteriana en tomate a través del uso de microorganismos benéficos como inductores de defensa vegetal”, indicó Felipe.

Hasta el momento se ha venido trabajando en el aislamiento de microorganismos benéficos, tomados de la raíz del cultivo, para poder determinar cuál o cuáles de ellos son capaces de controlar al patógeno que ataca al cultivo. “A partir de una colección de 110 microorganismos se seleccionaron 9 para evaluar el control de mancha bacteriana sobre el cultivo bajo condiciones naturales en invernadero”, precisó la investigadora de Básicas.

La iniciativa pretende evitar el uso de pesticidas, reemplazándolos por organismos que están presentes en el suelo en forma natural y que serían capaces de evitar la acción del agente que genera mancha bacteriana en tomate y que es señalada como la principal causa de pérdidas para los productores de la hortaliza.

“Ya se hicieron ensayos preliminares y, de los 9 aislados, habría 2 microorganismos capaces de controlar el ataque del patógeno en un 60 por ciento”, adelantó la doctora de la UNVM. Una vez seleccionados los microbios efectivos para controlar la enfermedad, el procedimiento a seguir consistirá en estudiar los mecanismos de defensa vegetal involucrados en el control del fitopatógeno.

“En el caso de obtener los resultados esperados se podrían reducir en gran medida las pérdidas de cultivos sin la necesidad de utilizar pesticidas, al menos para lo que respecta a este tipo de patología abordada”, aclaró la investigadora.

El trabajo es dirigido por la doctora Ana María Romero de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA) y co-dirigido por el docente de la UNVM, Pablo Yaryura. También forman parte del equipo el graduado de Agronomía Martín Terrestre y la reciente graduada en trayecto doctoral, Carolina Almirón.

Es importante mencionar que Felipe realizó sus estudios de grado en la casa de altos estudios local, se radicó allí también para la concreción de su doctorado y recientemente su actividad académica y científica fue premiada a través de una beca postdoctoral para llevar a cabo la mencionada investigación que se extenderá por los próximos dos años.

En el marco del convenio con la Universidad de Torino, las docentes del Instituto Académico Pedagógico de Ciencias Básicas y Aplicadas, Maria Jose Galvan y Telma Scarpeci, viajaron para participar del Science Biogás, que se realizó los días 17 y 18 de septiembre. Durante las jornadas disertaron referentes especialistas del área y se expusieron paneles sobre temáticas referidas a sustratos para digestión anaeróbica, tecnología de procesos, tecnología del biogás, microbiología y tratamiento del digestato.

Agenda completa

El 19 de septiembre se llevaron a cabo visitas técnicas a la planta de biogás de la cooperativa Esperanza en Candiolo y al consorcio ACEA Planta Municipal de biogás en Pinerolo. Durante los días 20 y 21 del mismo mes se realizaron prácticas conjuntas en el Centro de Investigación de Ciencias Biológicas, trabajando con pretratamientos a residuos lignocelulosicos con hongos y enzimas lacasas.

Además se realizó un abordaje sobre técnicas para determinación de potencial de biogás BMP y composicion de biogás en el Departamento de Investigación en Ciencias Agrarias, Forestales y Alimentos (DIFASA). También se realizaron visitas a los departamentos de maquinarias agrícolas, microbiología agraria, alimentos y bioremediacion.

Por último, el 28 de septiembre, visitaron los campos experimentales para tener un mayor acercamiento a experiencias de trabajos en la mencionada región de Italia.

La estadía permitió a las docentes-investigadoras conocer el panorama en la Comunidad Europea sobre el Biogás, en qué temas prioritarios se está investigando, perfeccionar técnicas de laboratorios e identificar cuáles son las falencias y problemas aún por solucionar.

Visita internacional en la UNVM
Es importante mencionar que los doctores Elio Dinuccio y Fabrizio Gioelli, de la Universidad de Torino, nos visitarán durante Marzo de 2019 para conocer los laboratorios de la UNVM y compartir sus experiencias de investigación en el área temática que los compete.

El proyecto desarrollado en los Laboratorios del Campus busca generar compuestos capaces de potenciar el sistema inmunológico animal. La farmacéutica Sofía Brignone es beneficiaria de una beca doctoral de Conicet y actualmente lleva adelante su proyecto titulado “Diseño y desarrollo de Sistemas Micro/Nanoparticulados destinados a productos inmunomoduladores de uso en Medicina Veterinaria”.

La joven de 25 años integra el equipo de trabajo articulado entre el Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas de la Universidad Nacional Villa María (IAPCBA – UNVM) y la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Córdoba (FCQ – UNC) que busca potenciar la respuesta del sistema inmunitario de animales para combatir una amplia gama de enfermedades, particularmente las infecciosas.

Además, esta iniciativa pretende incrementar la eficacia de los antimicrobianos (ATM) utilizados en infecciones, aumentando los intervalos entre dosis y disminuyendo la cantidad administrada de los mismos; sin comprometer uno de los problemas más grandes para la salud pública mundial: el desarrollo de resistencia bacteriana.

El valor innovador de esta investigación radica en que se está trabajando con dos compuestos de origen biológico, ambos con actividad inmunoestimulante. Se trata de los peptidoglicanos (uno de los principales componentes de la pared celular de la levadura) y nucleótidos obtenidos a partir de un tipo de célula eucariota animal.

Etapas de trabajo

Brignone comenta que en primera instancia se están desarrollando las micro y nanopartículas que permiten vehiculizar los inmunoestimulantes, consideradas como estrategias tecnológicas de alto impacto ya que, comparados con los comprimidos, los multiparticulados se distribuyen de manera más uniforme en el tracto gastrointestinal (TGI), mejorando la absorción y reduciendo la variación huésped-huésped.

También se minimiza el riesgo de irritación local y la posible retención de los excipientes no digeribles. Posteriormente se evaluará la actividad inmunomoduladora de estos sistemas tanto como terapia profiláctica inespecífica, como en combinación de ATM.

En relación al producto final, Brignone señala: “Se trata de un estimulante para el sistema inmunológico que no viene a reemplazar a ningún fármaco, pero sí tendrá por propósito aumentar la actividad de los antimicrobianos”.

Además resalta que para el productor es un importante avance “porque las enfermedades infecciosas se ubican dentro de las primeras causas de pérdidas económicas y/o muerte en animales”.

Es importante mencionar que la investigación que lleva adelante Sofía es dirigida por la doctora Soledad Ravetti del Centro de Investigaciones y Transferencia Villa María (CIT VM), por el Lisandro Hergert desde la UNVM y el doctor, docente e investigador Santiago Palma de la FCQ – UNC.

Perfil de la investigadora
Sofía tiene 25 años, es oriunda de Villa María y se graduó como Farmacéutica en la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). En la actualidad desarrolla su tesis doctoral en los Laboratorios de la UNVM.

A través de derivados de las industrias láctea y pesquera intentan obtener un biopolímero capaz de “proteger” nutrientes en alimentos, favoreciendo una plena absorción en el organismo humano.La investigación que lleva adelante el becario Conicet Joaquín Arata Badano en el marco de su tesis de doctorado en Química se titula “Desarrollo y caracterización de nuevos biopolímeros a partir de subproductos alimentarios para su aplicación en la encapsulación de agentes bioactivos como aditivos de alimentos funcionales”.

El principal objetivo consiste en desarrollar nuevos biopolímeros capaz de adicionarse a productos tales como la leche o jugos a partir de desechos de la industria alimenticia, como lo son el lactosuero en el caso de la industria láctea, y el exoesqueleto de crustáceos, de la industria pesquera.

Además de proteger los nutrientes del alimento, se intenta que le otorgue un valor agregado, obteniendo así un alimento funcional.

En cuanto a la composición nutricional de los alimentos, el Arata Badano señaló que no todos los nutrientes que ingerimos llegan a ser absorbidos. Un factor que impide la absorción es la degradación por causa de las condiciones del sistema digestivo: “La idea es diseñar un nuevo material para proteger los nutrientes pero que no se limite solo a eso, sino que también pueda, por ejemplo, sumar capacidad antioxidante al alimento”, especificó.

En relación al grado de avance del estudio explicó que “se obtuvo el polímero requerido, se purificó y se caracterizó en función a su composición química”. Posteriormente, resta utilizar el polímero para encapsular aditivos a través de un secado por aspersión para luego evaluar si las propiedades arrojadas cumplen con los requerimientos para su aplicación.

“Trabajamos con sobrantes de industrias alimenticias sacando provecho de un subproducto, dándole valor agregado con una modificación química. De esta forma se realiza también una contribución medioambiental”, apuntó el investigador.

La investigación es dirigida por la doctora y docente del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas de la UNVM Mariana Montenegro y co-dirigida por el doctor Darío Falcone, de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC). Además colaboran investigadores de distintas líneas de trabajo que se llevan a cabo en la UNVM y otras universidades nacionales.

Perfil del Investigador
Joaquín tiene 28 años, es de Villa María y egresado en la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Actualmente trabaja en los Laboratorios de la UNVM llevando adelante este proyecto de investigación.

En los laboratorios de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) están desarrollando Nuevas Entidades Químicas (NEQs) con potencial para ser utilizados como candidatos o prototipos para el desarrollo de fármacos para las terapias de las enfermedades del Chagas, Malaria y Leishmaniasis.

La investigación forma parte de la tesis doctoral de la becaria Conicet Camila Clemente, denominada “Diseño y Desarrollo de Nuevos Fármacos para Enfermedades Infecciosas Desatendidas”, dirigida por los doctores Lisandro Hergert y Daniel Allemandi.

La investigadora explicó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció el concepto de Enfermedades Infecciosas Desatendidas y recalcó que son consideradas  “desatendidas” porque, generalmente, las padecen las poblaciones de “bajos recursos” que tienen acceso limitado al servicio de salud.

De acuerdo a estudios previos, se determinó que para estas enfermedades no existen en la actualidad fármacos nuevos. Y agregó que la industria farmacéutica invierte gran cantidad de dinero cada vez que desarrolla un nuevo medicamento, por lo cual espera que al salir al mercado sea rentable.

“Con estas enfermedades, la perspectiva de un retorno económico es razonablemente baja porque el grupo destinatario de este fármaco son poblaciones con bajos recursos y vulnerables”, afirmó Clemente.

Indicó además que las terapias farmacológicas existentes para tratar estas enfermedades generan muchos efectos adversos, baja efectividad y son invasivas. “En algunas situaciones el paciente debe recurrir a un dispensario para que un profesional de la salud le administre la medicación, estas poseen esquemas terapéuticos prolongados y son medicamentos de elevado costo, motivos por lo que conlleva al paciente a un abandono del tratamiento”, sostuvo la investigadora.

La investigación

Camila está estudiando el Chagas, la Malaria y la Leishmaniasis ya que tienen alta incidencia en el país y Latinoamérica. “Es de nuestro interés desarrollar nuevas entidades bioactivas para estas tres enfermedades porque tienen un alto impacto en la salud pública, tanto en Argentina como en países de la región”, dijo.

En su primer año como doctoranda se centró en diseñar los fármacos a través de estudios computacionales. “Lo que hicimos fue partir de compuestos naturales; es decir, trabajamos con aceites esenciales y hacemos cambios estructurales en la molécula para que ese compuesto natural pueda llegar a ser un potencial candidato”, explicitó.

Detalló también que, para que una molécula llegue a ser un candidato a fármaco, se deben hacer estudios de estructura-actividad de la molécula y que gracias a la computadora logran optimizar dicho proceso.

En este sentido, comentó: “Una vez que tenemos el diseño, el segundo paso es tener el compuesto, que es lo que vengo haciendo por el momento, que es la síntesis química. Luego se hacen diferentes estudios para identificar inequívocamente la molécula”.

A pesar de los avances y resultados, la investigadora indicó que aún queda mucho trabajo porque “de todos los compuestos, también se hacen estudios de actividad biológica”.

Pruebas

En el Campus de la UNVM trabajan en el diseño y desarrollo de Nuevas Entidades Químicas y se estudian las propiedades fisicoquímicas de interés biológico y farmacéutico de los compuestos.

En conjunto con la doctora Sara Robledo, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia (Medellín-Colombia), se realizan los estudios de actividad biológica in vivo e in vitro de las enfermedades.

Clemente indicó que los resultandos obtenidos dan “buena actividad” y se espera que sea posible poder formular estos fármacos por vía oral para que tengan una fácil administración en los pacientes y esto mejore su adherencia al tratamiento.

Perfil de la investigadora

Camila Clemente es oriunda de Oliva y egresó como Farmacéutica en 2016 de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Actualmente trabaja en su tesis doctoral como becaria Conicet en conjunto con la UNC y la UNVM.