El docente del Espacio Curricular Fauna Silvestre de la carrera de Medicina Veterinaria, Fidel Baschetto, publicó una reflexión sobre la pandemia que nos afecta a nivel mundial, sobre cómo existen enfermedades que descansan en la fauna silvestre y tienen la capacidad de convertirse en enfermedades que afectan al ser humano en todo el mundo.

Compartimos con ustedes:

Estamos viviendo un proceso histórico, terriblemente histórico.

El tema no está para especular, ni dar a todas las opiniones personales un rango de mayor jerarquía, porque inevitablemente se caerá en contradicciones, confusión y lo que es peor: consejos contrarios a lo correcto. La pandemia, además de muertes, le abrió las puertas a la “infodemia”, otro tipo de epidemia, la de exceso de información, a la cual espero no nutrirla.

Todos los años en nuestra, humilde pero movedora de entendederas, Cátedra de Fauna Silvestre, en la Carrera de Medicina Veterinaria, en la Universidad Nacional de Villa María, un tema de profuso diálogo y estudio son aquellas enfermedades que descansan (la de hoy descansaba) en la fauna silvestre y tienen la capacidad de convertirse en Pandemias. Lo discutimos, generamos una mirada crítica sobre el tema e interpelamos a las enfermedades y a nosotros en cuanto a las nuevas circunstancias de cómo estudiar y cómo replantear estas miradas sobre estos agentes que vienen co-evolucionando con algunas especies a través de procesos de muchísimos años. Sabemos que la evolución ayuda a que los virus puedan vivir en sus huésped sin causarle daños. Es de sentido común adaptativo que para que ellos sobrevivan debe sobrevivir su «casa» (es una bella metáfora para que el humano comprenda que evolucionar es adaptarse a su huésped y no acabar con él, nos referimos al Planeta como huésped).

Estas potenciales enfermedades con origen en la vida silvestre (Influenza, Encefalitis de West Nile y de Sant Louis, HIV, Monkeypox, Marburgo, Menangle, Ébola, SARS, etc.) son producidas por agentes que están viviendo y evolucionando en ciclos silvestres. Es nuestra especie que ingresa a su mundo evolutivo a modificar o destruir ambientes, a extraer animales (¡hasta consumirlos!) y generar en poquísimo tiempo un contacto con especies (la nuestra entre otras) que no co-evolucionaron con ese potencial patógeno. De ese encuentro no puede surgir algo sano: mutaciones con poca evidencia médica o enfermedades violentas de acuerdo a su vía de contagio y mortalidad. La evolución sobrelleva la supervivencia al hombro y el requerimiento de proteína animal en el Homo sapiens es una necesidad adaptativa (no ingiero idealismos utópicos). Las camadas de médicos veterinarios egresados de nuestra Universidad pueden atestiguar sobre todo esto.

Siempre advertimos una ley epidemiológica irresoluta: las enfermedades que se contagian por vías aerógenas son las de mayor riesgo en cuanto a la facilidad de contagio y si, además, sumamos el concepto de fómites y permanencia del agente con capacidad de contagio en superficies el tema genera una alta morbilidad (porcentaje de individuos que se enferman de una población). Por lo tanto es necesario comenzar a comprender a qué nos estamos enfrentando: a un desequilibrio ambiental, de ingreso humano al mundo natural sin medir consecuencias y jugando a lo perdido, a que nunca nos va a pasar nada.

Pero ahora sucedió lo previsible; y, además, con una furia aterradora. Estamos ante la presencia de un virus con capacidad infectante humano-humano, incluso antes que las personas desarrollen síntomas; de contagio aerógeno y de superficie (por fómites) y, por lo tanto, de fácil transmisión, con una morbilidad alta.

Es ya la Pandemia más importante del siglo XXI (a poco tiempo de haberse cumplido cien años de la más grande de la historia: la gripe española) y si bien, en su curso y progresión, sólo se pueden gestar las mejores normas de conductas para mitigar el riesgo de contacto y el asistencialismo básico que ya ha colapsado en distintas sociedades, hay muchas ideas y temas que nos surgen para interpelar al pasado, al presente y esperar un futuro planetario que no será el mismo ahora que SARS CoV-2 apareció y produjo una enfermedad cuya sintomatología se la reconoce como COVID 19.

La única vacuna actual, hasta el presente, es: “distanciamiento social” y es por esto que el mundo está cuarentenado en sus hogares algunos reflexionando sobre causas y consecuencias, aciertos y errores, otros contando los minutos y algunos despidiéndose del Planeta mientras éste, siento, que encontró esta táctica para hacernos entender que hasta acá llego la capacidad de soportar el maltrato de nuestra especie. Ya no se puede hablar de lirismo bucólico. La Naturaleza habla y se defiende, esperemos saber escuchar.

Estamos viviendo un proceso histórico, horrorosamente histórico, quizá hasta evolutivo.

Se trata de una iniciativa que pretende colaborar con la lucha contra la propagación del COVID-19 y de la que participan estudiantes, docentes, graduados y graduadas de la carrera de Diseño Industrial que la UNVM dicta en San Francisco.

Matías Bordese es graduado y docente de la propuesta académica que el Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) dicta en el Centro Regional de Educación Superior (CRES) emplazado en la localidad de San Francisco y es quien está poniendo en marcha la impresora 3D de la institución para colaborar con la causa mundial.

«Es un trabajo colaborativo que se viene dando a nivel mundial y al que se suman estudiantes, docentes, graduados y graduadas de Básicas con posibilidad de poner a disposición un elemento de última tecnología como lo es esta impresora que normalmente es utilizada en el taller de prototipado de la carrera», indicó Bordese.

Desde el equipo de trabajo mencionaron que las máscaras serán utilizadas por el personal de salud que trabaja en el Hospital Regional José Bernardo Iturraspe de la localidad. «En una primera instancia se llevaron a cabo pruebas para determinar la factibilidad del producto. Teniendo en cuenta que se trata de máscaras reutilizables, era importante probar cómo reaccionaba el material a los procesos de desinfección» señaló el docente y agregó: «una vez que tuvimos el visto bueno de los directivos del hospital comenzamos a trabajar, cada uno desde sus casas para poder colaborar con la causa»

Por su parte, el coordinador de la carrera, Pablo Ambrosino, destacó que a la actualidad también están trabajando de manera articulada con representantes del sector industrial, de la salud y con la incubadora de empresas de San Francisco en el diseño de distintos dispositivos que pueden ser de utilidad para contrarrestar el avance de la pandemia.

Respecto a esto la decana del IAP de Básicas y Aplicadas, Carolina Morgante, comentó: «desde la UNVM buscamos dar respuesta a las demandas y necesidades del contexto, es una de las funciones esenciales de la Universidad pública, y la realidad actual nos interpela para actuar de manera rápida y certera».

«La puesta en marcha de este equipo de impresión 3D se suma a la entrega en comodato de la cámara termográfica que se realizó días atrás y que permitirá al personal de salud de Villa María medir la fiebre» relató la máxima autoridad del IAP y destacó: «Estamos trabajando en sumar los aportes que sean necesarios para frenar el avance de este virus. Es un orgullo ver la predisposición y compromiso de nuestros estudiantes, docentes, graduados y graduadas»

 

 

 

Una cámara termográfica perteneciente al Instituto Académico y Pedagógico del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas, será puesta a disposición de la ciudad para medir la temperatura de las personas. 
Esta situación se da en el marco de la pandemia que está padeciendo el mundo respecto al Covid – 19 nuevo Coronavirus.
El doctor Alejandro Lespinard es el docente del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas que actualmente la utiliza para su investigación en el área de alimentos y se ocupa de calibrarla para sensar temperatura en humanos y así poder ponerla a disposición del Municipio de Villa María.
¿Porque puede medir la fiebre?
Si bien este aparato en la UNVM es utilizado para controlar la temperatura de los alimentos, según precisó Lespinard, también puede ser aprovechado para controlar las temperaturas corporales.
Un indicador importante sobre la presencia de una infección es una temperatura corporal elevada que indica la presencia de fiebre, por lo que “la termografía es el método ideal para escanear individuos o grandes multitudes de personas”, explicó el investigador de Básicas. Para ello se mide la temperatura del ángulo interno del ojo y se activa una alarma cuando se detecta una divergencia.
De este modo es posible reconocer personas con una temperatura corporal elevada de forma rápida y fiable que permitirá separarla para un control más exacto.
¿Como funciona?
La empresa que desarrolla este tipo de aparatos indica que se mide la temperatura de la cara y si el punto más caliente excede del valor límite configurado aparece un aviso en la pantalla del dispositivo arrojando alerta.
Además precisaron que para obtener valores correctos las personas deben situarse a una distancia de entre uno a dos metros de la cámara y estar unos momentos sin moverse. Las personas que llevan anteojos se los deben quitar. También se deberán quitar los barbijos y gorros porque sino la cámara no reconoce el rostro.
En el caso, como mencionamos antes, de que el dispositivo arroje alerta de que el cuerpo excede la temperatura configurada, la persona deberá pasar por un reconocimiento médico para un examen más preciso al respecto

Se trata de una iniciativa que el Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) lleva adelante en conjunto trabajo con la escuela de aviación «DronOperatorSchool» y que pretende formar operadores de sistemas aéreos no tripulados.

El curso, que comenzará el 30 de marzo, está destinado a todo tipo de público que esté interesado en adquirir el conocimiento y acreditaciones necesarias para utilizar este tipo de tecnologías en distintos espacios aéreos. La metodología de cursado está planificada en clases virtuales, presenciales y prácticas que sumarán un total de 117 horas de capacitación para un uso eficaz, eficiente y seguro del dron, contemplando las normativas y reglamentaciones vigentes.

Las distintas materias serán evaluadas con exámenes parciales y un examen final general que será impartido por personal de la Administración Nacional de Aviación Civil (Anac). Es importante aclarar que no es excluyente la tenencia de dron para quienes quieran realizar el curso, aquellos que no cuenten con el aparato podrán hacer uso de los equipos facilitados por los docentes.

El dictado de las diferentes instancias de capacitación estarán a cargo de profesionales formados en Sistemas Aéreos y Aeroespaciales y pilotos militares e ingenieros Electrónicos y Aeronáuticos. La parte práctica se llevará a cabo en el Aeroclub de Villa María, teniendo en cuenta la necesidad de un espacio aéreo habilitado para tal fin.

Una vez finalizada la capacitación, con todos los exámenes aprobados, la UNVM expedirá un certificado de participación y a su vez el personal de la escuela facilitará el trámite de gestión del certificado habilitante de operador de sistemas aéreos a través de Anac.

Arancel:

22500 pesos con posibilidad de pago en cuotas.

Informes e inscripciones:

Para mayor información, ponerse en contacto al correo: info@dosarg.com.ar. Además se otorgarán dos becas para docentes y/o graduados/as del Instituto de Básicas que podrán solicitarse al correro: secretariaicba@gmail.com

Jornadas de puertas abiertas

Durante el viernes 6 a las 16:00 habrá una jornada de puertas abiertas en el Campus de la Universidad. El objetivo es hacer demostraciones con dron para quienes estén interesados en saber en qué consiste el curso. Se abordarán dos temáticas: El uso de la tecnología aplicada a diversos ámbitos profesionales y la seguridad operacional: convivencia de aviones tripulados y no tripulados en el espacio aéreo.

Quedó inaugurado, mediante conferencia de prensa, el Instituto Multidisciplinario de Investigación y Transferencia Agroalimentaria y Biotecnológica (IMITAB). Se trata de una unidad ejecutora de doble dependencia entre Conicet y el Instituto Académico Pedagógico de Ciencias Básicas y Aplicadas de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM).

Durante la apertura el rector, Luis Negretti, destacó la importancia que tiene la conformación de este espacio para nuestra Universidad que permitirá consolidar las investigaciones científicas y la transferencia tecnológica. «La puesta en marcha de esta unidad permitirá la actuación convergente y coordinada de investigadores formados en diferentes disciplinas, capaces de generar nuevos conocimientos que permitan resolver los principales problemas y desafíos del sector», subrayó.

Respecto a esto la decana, Carolina Morgante, explicó: «este logro significa que a partir de ahora nuestro Instituto contará con una unidad que nuclea todas nuestras líneas de investigación y nuestros  docentes e investigadores formarán parte de la toma de decisiones que se lleven a cabo en ese ámbito». «A nosotros nos posiciona desde otro lugar y a su vez eleva los estándares de trabajo que tenemos que alcanzar para estar a altura de este reconocimiento», agregó y concluyó: «también es importante resaltar que esto trae aparejado beneficios para el sector productivo local y regional que es hacia donde apuntan gran parte de los trabajos que se desarrollan en Básicas. Es un logro de la Universidad que se expande a toda la comunidad».

Como cierre, el director del Centro de Investigación y Transferencia (CIT) Jorge Anunziata, realizó un repaso histórico del trabajo llevado a cabo conjuntamente entre la UNVM y Conicet, haciendo especial hincapié en el crecimiento consolidado de estos últimos años. «Crecimiento que hoy se refleja en este logro significativo», destacó.

Es importante mencionar que en la resolución emitida por el organismo nacional se establece, para su puesta en marcha,  un equipo de Conicet compuesto por 18 investigadores, 20 Becarios, 1 administrativo y 2 técnicos de laboratorio. Por el Instituto de Básicas formarán parte del equipo 14 docentes investigadores: 1 profesor titular, 1 asociado, 9 adjuntos y 3 JTP.

Listado completo:

  • Investigadores Conicet:
Alejandro Lespinard
Andrea Gomez Sanchez
Carina Porporatto
Fausto Comba
Jorge Andrés Palombarini
Laura Breser
Leopoldo Palma
Luciana Bohl
Mariana Montenegro
Marianela Sanchez
Marina Pilar Gatani
Mario Lanteri
Pablo Fiorito
Pablo Yaryura
Paula Isaac
Soledad Ravetti
Telma Scarpeci
Vanesa Areco
Yanina Rossi
  • Personal de apoyo Conicet:
Cecilia Peralta
Mariana Bonaterra
  • Becarios/as Conicet:
Agustín Conesa
Camila Mara Clemente
Carla Aminahuel
Emiliano Badín
Joaquín Arata Badano
Ladislao Díaz Vergara
Leticia Guzmán
Lucía Saad
Mara Cagnolo
María Jimena Rodríguez
María José Galvan
Marina Bettiol
Micaela Manzotti
Noelia Urseler
Noelia Vanden Braber
Salvador Degano
Sofia Soledad Brignone
Soledad Orellano
Sonia Sodero
Verónica Bogado
  • Docentes:
Analia Rosa Becker
Carolina Morgante
Elena Bonaedo
Gabriel Amilcar Bo
Gabriela Gallo
Gretel Mara Hunzicker
Lisandro Yamil Hergert
María José Manfredi
Mariana Caccia
Romina Bachetti

 

Los coordinadores del Observatorio Regional del Cambio Climático (ORCC) del Instituto Académico de Ciencias Básicas de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM), Fernando Primo Forgioni y Luis Enrique Tuninetti, fueron elegidos para formar parte del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC), creado en el marco del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), dependiente de la ONU y de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Dentro de las actividades que llevarán a cabo mencionaron que, en instancias de redacción del Sexto Informe de Evaluación del IPCC, los docentes de la licenciatura en Ambiente y Energías Renovables y Agronomía tendrán la responsabilidad de leer los informes preliminares con la finalidad de añadir información complementaria o corregir la existente.

Específicamente Forgioni fue seleccionado para evaluar en integridad todos los documentos y a Tuninetti se le asignó el capítulo sobre «Demanda, servicios y aspectos sociales de la mitigación».

El IPCC

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) surge en 1988 con el objetivo de ofrecer una visión científica clara del estado actual de los conocimientos sobre el cambio climático y sus posibles repercusiones medioambientales y socioeconómicas.

Se trata del principal órgano científico internacional que examina y evalúa la bibliografía científica, técnica y socioeconómica más reciente producida en todo el mundo, para la comprensión del cambio climático.

“Por su carácter científico e intergubernamental, el IPCC encarna una oportunidad excepcional de ofrecer información científica rigurosa y equilibrada a las instancias decisorias”, señalaron los docentes convocados.

Los gobiernos, al adquirir los informes del IPCC, reconocen la autoridad de su contenido científico. Así, la labor de la organización es pertinente para la adopción de políticas y, sobretodo, neutral al respecto.

En este sentido, explicaron que miles de científicos de todo el mundo contribuyen a la labor del organismo con carácter voluntario como autores, autores contribuyentes y revisores.

Respecto a este reconocimiento la decana del Instituto, Carolina Morgante, destacó: “se trata un gran logro profesional para los docentes y para nuestras propuestas académicas, ya que permitirá que nuestros estudiantes tengan a su alcance información totalmente actualizada de lo que sucede a nivel mundial”. “De esta forma también la UNVM se hace presente en los distintos organismos desde donde se llevan a cabo la toma de decisiones en materia ambiental”, concluyó.


Días atrás trascendió la noticia acerca de un foco de contaminación en el Río Ctalamochita a la altura de la localidad de Río Tercero, causado por un derrame de insumos químicos que se originó por un desperfecto técnico de una industria del sector.

En ese marco, docentes de la Licenciatura en Ambiente y Energías Renovables (LAER) perteneciente al Instituto de Ciencias Básicas y Aplicas de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM), hablaron acerca de cómo afecta al cauce de la zona de Villa María, cómo actúa el propio río y cuáles son los recaudos que hay que tener.

La doctora en Geología, Luciana Maldonado junto a la coordinadora de la carrera, ingeniera Química Rossana Rossi, afirmaron que “es casi improbable que la contaminación afecte a la calidad del río Ctalamochita en el tramo Villa María – Villa Nueva”.

“Por las características hidrológicas de este río como lo es su caudal y su velocidad de flujo, cualquier contaminante liquido vertido puede diluirse e ir perdiendo su concentración en un tiempo relativamente corto”, explicaron.

Debido a que el vertido se realizó puntualmente en un sitio y no fue continuo, aseguran que es de esperar que al cabo de un tiempo no haya concentración de ese contaminante.
Según detallaron, otro factor que incide es la distancia que hay desde el punto de vertido hasta esta ciudad. “En teoría, no deberían encontrarse concentraciones de ácido nítrico en este tramo del río, aunque para asegurar esto se necesitarían datos de medición precisos”.

“Con el flujo de agua, se diluye y el Ph se normaliza, además existen sustancias en el agua natural que neutralizan hasta cierto límite la acidez”, dijeron. Y agregaron que para que la contaminación se extienda en una región más amplia, debería haberse producido un derrame muy importante y sostenido en el tiempo.

“Las lluvias posteriores en la cuenca alta también favorecen la normalización de los valores de los parámetros de calidad del agua”.

Daño y cuidado en el ambiente

A modo de conclusión, las docentes señalaron que, si bien el foco de contaminación no fue sostenido, existe un daño en el ambiente que afecta al sistema hidrológico-biológico, teniendo en cuenta que las condiciones naturales del ecosistema se alteraron.

“No sólo hay mortandad de peces, sino también de otros seres vivos (microscópicos) que son importantes para mantener el equilibrio ecológico del medio”. Explicaron que “es esperable lo sucedido” ya que “los peces son muy sensibles a los cambios de Ph”.

Maldonado y Rossi coincidieron en que se debe continuar trabajando día a día en la aplicación de leyes que protejan efectivamente el medio ambiente y en especial al río. También en que “la autoridad de aplicación realice los controles correspondientes”.

Además, hicieron especial hincapié en el aporte que cada persona, desde su lugar, puede hacer, no arrojando basura, participando en campañas de concientización y educando respecto a la importancia del cuidado de los distintos espacios verdes.

Precaución para usuarios

Por otra parte, comentaron que, en caso de no tener certeza del estado del agua en lugares habilitados para ingresar, no sumergirse en las orillas ya que “es donde se pudre la materia orgánica por falta de circulación del agua” y evitar sobretodo sumergir la cabeza debido a que “las bacterias ingresan principalmente por los ojos y boca”, concluyeron.

Ante un auditorio repleto, las autoridades de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) dieron la bienvenida a los ingresantes del la segunda cohorte del cursillo de ingreso 2020. El acto inaugural contó con la presencia del rector, Luis Negretti, la vicerectora, Elizabeth Theiler, el coordinador de Gabinete, Germán Cassetta, la decana del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas, Carolina Morgante, el decano del Instituto de Sociales, Gabriel Suárez y la decana del Instituto de Ciencias Humanas, Daniela Dubois.

El trayecto introductorio tiene como objetivo brindar a los y las futuros/as estudiantes un conjunto de conocimientos, habilidades y aptitudes que le permitan un sólido pasaje al trayecto universitario. Entre el cursillo anticipado y el que comenzó este lunes 3 de febrero, más de 800 estudiantes eligieron alguna de las carreras del Instituto de Básicas.

“Comienza una etapa de mayor autonomía y libertad, pero también de mayor responsabilidad y exigencia. Esperamos que la Universidad esté a la altura de sus expectativas”, señaló el rector.

Por su parte, el secretario académico Javier Díaz Araujo deseó “un transitar exitoso” a las y los ingresantes. En este sentido, destacó los esfuerzos del área a su cargo para “generar instancias que permitan ajustar conocimientos, capacidades y aptitudes para desempeñarse en la vida universitaria de la manera más eficiente”.

La jornada inaugural incluyó, no solo actividades académicas, sino también un conjunto de propuestas recreativas orientadas a la socialización y adaptación de los y las aspirantes. De este modo, las y los jóvenes se apropiaron de distintos espacios del Campus para participar de postas coordinadas por docentes de Teatro, Lengua y Literatura, Música, Arte, Canto, Expresión Corporal y Producción Audiovisual.

El Curso de Ingreso continuará hasta el 7 de marzo con dictado simultáneo en sedes Villa María, Villa del Rosario, Córdoba y San Francisco. Se trata de la segunda convocatoria de un proceso de inscripción iniciado en junio del año pasado y que superó los 3000 aspirantes matriculados para 2020.

 

 

Se trata de 6 profesionales egresados de la UNVM que fueron seleccionados en la convocatoria 2020 para llevar a cabo su doctorado en el ámbito del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas.
En el marco de una nueva convocatoria a becas doctorales, impulsada desde el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), fueron reconocidos profesionales egresados de distintas propuestas académicas que dicta Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas (ICBA) de la Universidad Nacional Villa María (UNVM).
Se trata de los ingenieros en alimentos Antonela Centomo, Tomás Gill y Camila Urenda, el licenciado en óptica oftálmica Franco Manzanelli, la médica veterinaria Georgina Tiraboschi y la ingeniera Agrónoma Lucía Tisera.
A partir de ahora, y por los próximos 5 años, los beneficiarios de la beca llevarán a cabo su línea de investigación enmarcada en un doctorado, radicados en el Centro de Investigaciones y Transferencias (CIT) de la casa de altos estudio local.
«Sin dudas es un logro significativo para nuestro Instituto y nuestra Universidad que día a día trabaja para fortalecer estos espacios de formación científica de gran aporte para la comunidad», comentó la decana del ICBA, doctora Carolina Morgante.
«Son graduados que demostraron su compromiso con la educación pública y hoy son reconocidos con esta beca que les permitirá seguir fortaleciendo su formación profesional», agregó la máxima autoridad del Instituto. «Las líneas de investigación son muy diversas y están orientadas a trabajar en solucionar problemáticas que afectan al sector productivo alimenticio, la salud humana y la salud animal. Implica un gran impacto a nivel local y regional», finalizó.
Temas de trabajo:
  • Ingeniera en Alimentos Antonela Centomo: «Desarrollo y caracterización de ingredientes funcionales microencapsulados obtenidos a partir de co-productos agroalimentarios. Evaluación de la bioactividad in vitro e in vivo».
  • Ingeniero en Alimentos Tomás Gill: «Desarrollo, evaluación y optimización del proceso de salado de quesos de pasta blanda reducidos en sodio»
  • Ingeniera en Alimentos Camila Urenda: «Aprovechamiento químico de subproductos de la industria de agroalimentos para su revalorización y obtención de productos con valor agregado»
  • Licenciado en Óptica Oftálmica Franco Manzanelli: «Eficacia del aceite esencial del árbol de té microencapsulado en el tratamiento de la uveitis»
  • Médica Veterinaria Georgina Tiraboschi: «Estudio de los efectos inmunomoduladores y acntibacterianos de la vitamina D en glándula mamaria bovina»
  • Ingeniera Agrónoma Lucia Tisera: «Evaluación de una formulación de quitosano y antibióticos frente a infecciones intramamrias en bovinos»
Es importante mencionar que también fue destacada la microbióloga Carla Aminahuel con una beca pos doctoral. A la actualidad, Aminahuel, se encuentra finalizando su trayecto del doctorado, también radicada en el CIT-UNVM. Su línea de trabajo girará en torno a la «Microencapsulación de postbióticos obtenidos a partir de co productos alimentarios para su aplicación como ingredientes funcionales».
El documento definitivo fue aprobado por el Consejo Superior de la UNVM.

Tras ser aprobado por el Consejo Superior de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM), se pone a disposición de la comunidad universitaria el Calendario Académico para el año lectivo 2020.

Cabe destacar que este documento establece las recomendaciones mínimas para coordinar la actividad de enseñanza y aprendizaje de las distintas dependencias académico – administrativas, con el objetivo de asegurar un adecuado funcionamiento en el dictado de cursos y carreras.

Consulte el documento aquí>>  Calendario académico 2020 – PDF