Una línea de investigación que avanza en los laboratorios de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) busca generar tratamientos alternativos para la mastitis bovina utilizando azúcares que están presentes en los crustáceos. De la iniciativa participan docentes, investigadoras, becarias y estudiantes del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas. «Queremos dar respuesta a una problemática que afecta a gran parte de los tambos de la región», comentó la ingeniera Agrónoma Lucía Tisera.

La graduada de la UNVM, Lucía Tisera, forma parte del equipo de investigación que se propone generar un tratamiento a base de biomoléculas orgánicas, abundantes en la naturaleza, y que permitiría potenciar las propiedades de los antibióticos que se utilizan para tratar la mastitis bovina. «Actualmente el problema al que se enfrenta el sistema de salud es la creciente resistencia que desarrollan las bacterias frente a los antibióticos frecuentemente utilizados. Por eso es importante pensar en una alternativa que mejore estos tratamientos, buscando impedir el avance de este tipo de patologías», comentó la ingeniera.

Según detalla el plan de trabajo, la base de esta alternativa medicinal radica en la posibilidad de utilizar azúcares grandes –polisacáridos- , que son extraídos de moluscos y de otros derivados de la industria pesquera, para ser agregados en la formulación de compuestos para la prevención y el tratamiento de la mastitis bovina. «Este avance tendría impacto en el control de un problema gravísimo que afecta a los tambos y genera considerables pérdidas económicas», precisó Tisera y añadió: «es un tratamiento que mejoraría las condiciones de la producción lechera y que sería mucho más amigable con el medioambiente».

La mastitis bovina es una patología recurrente en el sector y afecta directamente a la ubre de la vaca lechera. Esta afección es causada, entre otros agentes, por un grupo de bacterias denominadas Staphylococcus. Según comentó la ingeniera, los tratamientos actuales no son totalmente efectivos en el control de las infecciones que sufre el animal, e imposibilita que la leche que produce pueda ser comercializada, ya que queda contaminada con restos de los antibióticos suministrados durante su infección, trayendo consecuencias económicas a corto y largo plazo.

«Lo que proponemos es a base de derivados naturales generar un pomo de secado que se suministra por el pezón de la vaca y es capaz de protegerla de las bacterias que generan la mastitis. Es un tratamiento preventivo, que potenciaría las propiedades antibióticas, mejorando la inmunidad de los animales y reduciendo las pérdidas económicas que trae aparejada la enfermedad», detalló Lucía.

Según explicó la ingeniera, su trabajo de investigación es dirigido y codirigido por las docentes e investigadoras de la UNVM, doctoras Carina Porporatto y Laura Breser, respectivamente y cuenta con la colaboración de un grupo interdisciplinario de docentes e investigadoras de la casa de altos estudios local.

Perfil de la investigadora:

Lucía tiene 28 años, es ingeniera Agrónoma egresada de la UNVM, durante su formación académica de grado fue reconocida por el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) con una Beca de Estímulo a las Vocaciones Científicas (EVC) período 2016-2017 y desde este año es becaria doctoral del Conicet en el marco del Doctorado en Ciencias con Mención en Agroalimentos que dicta el Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas.

 

 

 

Un equipo de trabajo del área de alimentos del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas de la UNVM se encuentra realizando avances que pretenden sumar valor agregado a un desecho del maní. «La iniciativa propone fundamentalmente poder revalorizar un subproducto de la industria manicera, como lo es la piel o tegumento del maní, a fin de poder extraer fracciones enriquecidas en antioxidantes con potencial a ser adicionados en alimentos», comentó la ingeniería en Alimentos Camila Urenda.

El maní, tal y como se conoce en el mundo de los consumidores, está recubierto por 2 capas. Primero está la cáscara, que ocasionalmente es utilizada para generar energía en aquellas fábricas que cuentan con las instalaciones para hacerlo, y después está la piel colorada que recubre al fruto seco. Según indicaron desde el grupo de trabajo de la UNVM esta última capa, que actualmente desechada por la industria, científicamente se denomina tegumento, y cuenta con el potencial necesario para la extracción de un antioxidante natural como lo es el resveratrol.

«El resveratrol se constituye como un derivado que funciona como antioxidante natural y que serviría en principio para reducir los niveles de azúcar en sangre, reforzar el sistema inmunológico e impedir la aglomeración de proteínas en el cerebro contrarrestando el avance de enfermedades como el alzheimer, entre otras», comentó la ingeniera en Alimentos, Camila Urenda, quien forma parte de este equipo que busca la revalorización de subproductos.

La relevancia de esta iniciativa radica en la posibilidad de tomar un desecho, disminuyendo el impacto ambiental que este generaría como tal, para poder utilizar sus beneficios nutritivos, adicionándolo en otros productos de consumo diario. «La idea es, a través de distintos mecanismos de extracción, obtener de la piel del maní el aceite de reverastrol para luego aislarlo y buscar la mejor forma de ser adicionado en alimentos de consumo diario», comentó. De esta manera, se le ofrece a la industria la posibilidad de revalorizar un subproducto de la producción manicera y se propone la generación de alimentos funcionales para el organismo sin necesidad de recurrir a aditivos artificiales.

«Si bien por el contexto actual no hemos podido llevar a cabo las tareas prácticas en los laboratorios de la UNVM actualmente nos encontramos realizando avances en cuestiones de abordaje teórico referido a las diversas formas existentes para la extracción de este aceite. Se trata de una matriz compleja que implica probar distintas sucesiones de extracción, para encontrar la forma de extraerlo en el estado más puro posible», puntualizó la investigadora local y agregó: «Lo positivo de esta línea es que hay una importante predisposición por parte de la industria, están atentos a los avances que se realizan en la UNVM y lo toman como una oportunidad para elevar los estándares de la producción».

Por último destacaron que si bien esta primera instancia apunta a un derivado del maní, está planificado en una segunda instancia la posibilidad de trabajar con el aprovechamiento del ácido láctico con el mismo objetivo de refuncionalización, entendiendo la importancia que esto tiene para el sector productivo en el que se encuentra la Universidad.

Resulta significativo mencionar que el equipo de trabajo del cual forma parte Camila es dirigido y co-dirigido por la doctora Marianela Sánchez y el doctor Mario Lanteri respectivamente y además cuenta con la participación del estudiante de la ingeniería en Alimentos que dicta la casa de altos estudios local, Humberto Quiñonez, quien se encuentra colaborando en las tareas en el marco de una beca de Estímulo de Vocación Científica (EVC) dependiente del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN).

Perfil de la investigadora:

Camila tiene 25 años, es oriunda de Villa María, se graduó en el 2018 de la ingeniería en Alimentos que dicta el Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas. Durante su formación de grado participó como ayudante alumna rentada y ad-honorem en distintos espacios curriculares de su carrera, en 2017 fue beneficiada por las becas EVC del CIN y desde principios de este año fue reconocida por una beca doctoral del Conicet enmarcada en el Doctorado en Ciencias Mención Agroalimentos que dicta la misma institución.

Se trata de una línea de investigación científica-tecnológica del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) que apunta disminuir el nivel de sodio en quesos del tipo porsalut, cremoso y cuartirolo, permitiendo beneficiar la salud de los consumidores sin verse afectadas las características sensoriales del producto final. 

«El principal objetivo consiste en desarrollar y optimizar los procesos de salado en quesos, reemplazando el sodio por el cloruro de potasio sin alterar las características del producto», comentó el ingeniero en Alimentos Tomás Gill, quien desde principio de este año se incorporó al proyecto de investigación que lleva adelante esta línea de trabajo, en el marco de una beca doctoral del Conicet bajo la dirección del doctor Alejandro Lespinard.

La relevancia de este avance que se lleva a cabo en los laboratorios de la UNVM radica en la posibilidad de introducir en el mercado local y regional una alternativa de quesos blandos que resulten beneficiosos para la salud de los consumidores. «En este último tiempo se han publicado diversos estudios que dan cuenta de que la ingesta de sodio se ha duplicado respecto a la recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), contribuyendo así al desarrollo de patologías tales como la hipertensión arterial, accidentes cerebrovasculares y osteoporosis», relató Gill. Y agregó: «Frente a esta problemática, la sustitución con cloruro de potasio representa una alternativa con doble ventaja. Por un lado, sustituye al sodio disminuyendo las contraindicaciones de este mineral, y por el otro favorece en la reducción de la presión arterial que afecta a nuestro organismo».

Desde el grupo de trabajo indicaron que actualmente el consumo de este tipo de derivados lácteos representa casi el 50% del consumo de quesos en las personas en Argentina, de allí la importancia de pensar alternativas de producción que repercutan favorablemente en la incorporación de estos alimentos al organismo, buscando un equilibrio entre sabor y conservación del mismo. “La sal no juega únicamente un papel en el desarrollo del sabor, sino que también esta involucrada en la preservación del producto y el desarrollo de la textura, por lo que es importante lograr un equilibrio entre todos los factores”, precisó Gill.

Etapas del trabajo:

Según hizo referencia el investigador local respecto a las instancias de abordaje, la primera etapa de trabajo de la beca doctoral consistía en estudiar experimentalmente la difusión de sales en el proceso de salado y cómo se ve afectado dicho fenómeno bajo diversas condiciones del proceso vinculadas a la temperatura, tiempo, porcentaje de reducción y sustitución del sodio. «A raíz de la situación actual y al vernos imposibilitados de llevar a cabo las prácticas de laboratorio por el momento, estoy avanzando en el modelado matemático y el desarrollo de un modelo de simulación computacional que nos permitirá predecir los fenómenos físicos que ocurren durante el proceso de salado para poder optimizarlo», argumentó Tomás. Y añadió: «la última etapa consistirá en evaluar, a través de pruebas sensoriales, si se produjeron o no alteraciones a nivel de consistencia, aroma y sabor en el producto final. Buscamos que las modificaciones en el salado, además de beneficiar la salud, no alteren la percepción que los consumidores tienen del producto».

Respecto a los abordajes experimentales el equipo de investigación viene articulando instancias con la empresa local «Lácteos las 3» que ha puesto a disposición sus instalaciones para las pruebas necesarias en pos de esta línea de investigación que representa un importante avance, teniendo en cuenta el beneficio que representa para la cuenca lechera más grande del país.

Este proyecto de investigación titulado «Desarrollo, evaluación y optimización del proceso de salado de quesos de pasta blanda reducidos en sodios» del cual forma parte Tomás, es dirigido y co-dirigido por los doctores y docentes del Instituto de Básicas Alejandro Lespinard y Mario Lanteri, respectivamente. Además cuenta con colaboración del ingeniero en alimentos Emiliano Badín, la ingeniera química Milagros Mercatante y el magister Hernán Allasia.

Perfil del Investigador:

Tomás tiene 24 años es oriundo de Villa María, se graduó a fines de 2019 de la Ingeniería en Alimentos, fue abanderado de la Universidad durante el período 2018/2019, se desempeñó como ayudante de alumno en Biología, Química y Microbiología de su carrera y fue beneficiado en 2018 por una beca de Estimulo de Vocaciones Científicas (EVC) otorgada por el Consejo Universitario Nacional (CIN). Actualmente, y por los próximos 5 años, se encuentra realizando el Doctorado en Ciencias con Mención Agroalimentos que dicta el Instituto, en el marco de una beca doctoral del Conicet.

Pamela Heredia, Virginia Re, Ignacio Meza, Francisco Badin y Humberto Quiñonez, resultaron admitidos para ser beneficiarios de las Becas de Estímulo a la Vocación Científica (EVC)

Cinco estudiantes del Instituto Académico y Pedagógico de Ciencias Básicas y Aplicadas de la Universidad Nacional de Villa María fueron admitidos para ser beneficiarios de las becas de Estímulo a la Vocación Científica (EVC) que otorga el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN).

Pamela Heredia, Ignacio Meza, Virginia Re, y Francisco Badín son estudiantes de la Licenciatura en Ambientes y Energías Renovables. En tanto que, Humberto Quiñonez es estudiante de Ingeniería en Alimentos.

Estas becas están destinadas a estudiantes de grado que deseen iniciar su formación en investigación en el marco de proyectos de investigación acreditados, que se desarrollen en el ámbito de las instituciones universitarias públicas y que cuenten con financiamiento en disciplinas científicas, humanísticas, tecnológicas o artísticas.

De esta manera, participaran en los proyectos de investigación de los docentes e investigadores de Básicas: Ignacio Meza junto a la secretaria Académica, Georgina Etchegaray, Pamela Heredia con la doctora Telma Scarpeci, Humerto Quiñonez con el doctor Mario Lanteri, Francisco Baddín con Roberto Manno y Virginia Re con la doctora Leticia Ana Guzmán.

‘’Como Instituto nos llena de orgullo el compromiso de nuestros estudiantes y docentes que estuvieron a la altura de esta convocatoria”, comentó la decana del Intituto, Carolina Morgante y agregó: “Es fundamental para la Universidad Pública contar con este tipo de apoyos a la investigación que nos permiten crecer y vincularnos con las demandas del sector, que es una de las razones de ser del sistema universitario argentino. Son 5 nuevas becas de estímulo que se traducirán en avances concretos para la región”.

Es importante aclarar que la UNVM fue beneficiaria en total de 22 becas EVC – CIN distrubuídas en los tres institutos.

Una cámara termográfica perteneciente al Instituto Académico y Pedagógico del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas, será puesta a disposición de la ciudad para medir la temperatura de las personas. 
Esta situación se da en el marco de la pandemia que está padeciendo el mundo respecto al Covid – 19 nuevo Coronavirus.
El doctor Alejandro Lespinard es el docente del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas que actualmente la utiliza para su investigación en el área de alimentos y se ocupa de calibrarla para sensar temperatura en humanos y así poder ponerla a disposición del Municipio de Villa María.
¿Porque puede medir la fiebre?
Si bien este aparato en la UNVM es utilizado para controlar la temperatura de los alimentos, según precisó Lespinard, también puede ser aprovechado para controlar las temperaturas corporales.
Un indicador importante sobre la presencia de una infección es una temperatura corporal elevada que indica la presencia de fiebre, por lo que “la termografía es el método ideal para escanear individuos o grandes multitudes de personas”, explicó el investigador de Básicas. Para ello se mide la temperatura del ángulo interno del ojo y se activa una alarma cuando se detecta una divergencia.
De este modo es posible reconocer personas con una temperatura corporal elevada de forma rápida y fiable que permitirá separarla para un control más exacto.
¿Como funciona?
La empresa que desarrolla este tipo de aparatos indica que se mide la temperatura de la cara y si el punto más caliente excede del valor límite configurado aparece un aviso en la pantalla del dispositivo arrojando alerta.
Además precisaron que para obtener valores correctos las personas deben situarse a una distancia de entre uno a dos metros de la cámara y estar unos momentos sin moverse. Las personas que llevan anteojos se los deben quitar. También se deberán quitar los barbijos y gorros porque sino la cámara no reconoce el rostro.
En el caso, como mencionamos antes, de que el dispositivo arroje alerta de que el cuerpo excede la temperatura configurada, la persona deberá pasar por un reconocimiento médico para un examen más preciso al respecto

Quedó inaugurado, mediante conferencia de prensa, el Instituto Multidisciplinario de Investigación y Transferencia Agroalimentaria y Biotecnológica (IMITAB). Se trata de una unidad ejecutora de doble dependencia entre Conicet y el Instituto Académico Pedagógico de Ciencias Básicas y Aplicadas de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM).

Durante la apertura el rector, Luis Negretti, destacó la importancia que tiene la conformación de este espacio para nuestra Universidad que permitirá consolidar las investigaciones científicas y la transferencia tecnológica. «La puesta en marcha de esta unidad permitirá la actuación convergente y coordinada de investigadores formados en diferentes disciplinas, capaces de generar nuevos conocimientos que permitan resolver los principales problemas y desafíos del sector», subrayó.

Respecto a esto la decana, Carolina Morgante, explicó: «este logro significa que a partir de ahora nuestro Instituto contará con una unidad que nuclea todas nuestras líneas de investigación y nuestros  docentes e investigadores formarán parte de la toma de decisiones que se lleven a cabo en ese ámbito». «A nosotros nos posiciona desde otro lugar y a su vez eleva los estándares de trabajo que tenemos que alcanzar para estar a altura de este reconocimiento», agregó y concluyó: «también es importante resaltar que esto trae aparejado beneficios para el sector productivo local y regional que es hacia donde apuntan gran parte de los trabajos que se desarrollan en Básicas. Es un logro de la Universidad que se expande a toda la comunidad».

Como cierre, el director del Centro de Investigación y Transferencia (CIT) Jorge Anunziata, realizó un repaso histórico del trabajo llevado a cabo conjuntamente entre la UNVM y Conicet, haciendo especial hincapié en el crecimiento consolidado de estos últimos años. «Crecimiento que hoy se refleja en este logro significativo», destacó.

Es importante mencionar que en la resolución emitida por el organismo nacional se establece, para su puesta en marcha,  un equipo de Conicet compuesto por 18 investigadores, 20 Becarios, 1 administrativo y 2 técnicos de laboratorio. Por el Instituto de Básicas formarán parte del equipo 14 docentes investigadores: 1 profesor titular, 1 asociado, 9 adjuntos y 3 JTP.

Listado completo:

  • Investigadores Conicet:
Alejandro Lespinard
Andrea Gomez Sanchez
Carina Porporatto
Fausto Comba
Jorge Andrés Palombarini
Laura Breser
Leopoldo Palma
Luciana Bohl
Mariana Montenegro
Marianela Sanchez
Marina Pilar Gatani
Mario Lanteri
Pablo Fiorito
Pablo Yaryura
Paula Isaac
Soledad Ravetti
Telma Scarpeci
Vanesa Areco
Yanina Rossi
  • Personal de apoyo Conicet:
Cecilia Peralta
Mariana Bonaterra
  • Becarios/as Conicet:
Agustín Conesa
Camila Mara Clemente
Carla Aminahuel
Emiliano Badín
Joaquín Arata Badano
Ladislao Díaz Vergara
Leticia Guzmán
Lucía Saad
Mara Cagnolo
María Jimena Rodríguez
María José Galvan
Marina Bettiol
Micaela Manzotti
Noelia Urseler
Noelia Vanden Braber
Salvador Degano
Sofia Soledad Brignone
Soledad Orellano
Sonia Sodero
Verónica Bogado
  • Docentes:
Analia Rosa Becker
Carolina Morgante
Elena Bonaedo
Gabriel Amilcar Bo
Gabriela Gallo
Gretel Mara Hunzicker
Lisandro Yamil Hergert
María José Manfredi
Mariana Caccia
Romina Bachetti

 

Se trata de 6 profesionales egresados de la UNVM que fueron seleccionados en la convocatoria 2020 para llevar a cabo su doctorado en el ámbito del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas.
En el marco de una nueva convocatoria a becas doctorales, impulsada desde el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), fueron reconocidos profesionales egresados de distintas propuestas académicas que dicta Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas (ICBA) de la Universidad Nacional Villa María (UNVM).
Se trata de los ingenieros en alimentos Antonela Centomo, Tomás Gill y Camila Urenda, el licenciado en óptica oftálmica Franco Manzanelli, la médica veterinaria Georgina Tiraboschi y la ingeniera Agrónoma Lucía Tisera.
A partir de ahora, y por los próximos 5 años, los beneficiarios de la beca llevarán a cabo su línea de investigación enmarcada en un doctorado, radicados en el Centro de Investigaciones y Transferencias (CIT) de la casa de altos estudio local.
«Sin dudas es un logro significativo para nuestro Instituto y nuestra Universidad que día a día trabaja para fortalecer estos espacios de formación científica de gran aporte para la comunidad», comentó la decana del ICBA, doctora Carolina Morgante.
«Son graduados que demostraron su compromiso con la educación pública y hoy son reconocidos con esta beca que les permitirá seguir fortaleciendo su formación profesional», agregó la máxima autoridad del Instituto. «Las líneas de investigación son muy diversas y están orientadas a trabajar en solucionar problemáticas que afectan al sector productivo alimenticio, la salud humana y la salud animal. Implica un gran impacto a nivel local y regional», finalizó.
Temas de trabajo:
  • Ingeniera en Alimentos Antonela Centomo: «Desarrollo y caracterización de ingredientes funcionales microencapsulados obtenidos a partir de co-productos agroalimentarios. Evaluación de la bioactividad in vitro e in vivo».
  • Ingeniero en Alimentos Tomás Gill: «Desarrollo, evaluación y optimización del proceso de salado de quesos de pasta blanda reducidos en sodio»
  • Ingeniera en Alimentos Camila Urenda: «Aprovechamiento químico de subproductos de la industria de agroalimentos para su revalorización y obtención de productos con valor agregado»
  • Licenciado en Óptica Oftálmica Franco Manzanelli: «Eficacia del aceite esencial del árbol de té microencapsulado en el tratamiento de la uveitis»
  • Médica Veterinaria Georgina Tiraboschi: «Estudio de los efectos inmunomoduladores y acntibacterianos de la vitamina D en glándula mamaria bovina»
  • Ingeniera Agrónoma Lucia Tisera: «Evaluación de una formulación de quitosano y antibióticos frente a infecciones intramamrias en bovinos»
Es importante mencionar que también fue destacada la microbióloga Carla Aminahuel con una beca pos doctoral. A la actualidad, Aminahuel, se encuentra finalizando su trayecto del doctorado, también radicada en el CIT-UNVM. Su línea de trabajo girará en torno a la «Microencapsulación de postbióticos obtenidos a partir de co productos alimentarios para su aplicación como ingredientes funcionales».

Se trata de una iniciativa que busca poner en funcionamiento un ómnibus para pasajeros que funcione de manera eléctrica y que a su vez cuente con paneles solares.

Un equipo de investigación de la licenciatura en Ambiente y Energías Renovables del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM), dirigido por el docente Mario Pierantonelli, está llevando a cabo un proyecto que busca poner en funcionamiento un colectivo urbano eléctrico. En principio pretenden que el transporte haga el recorrido desde la Terminal de Ómnibus de la ciudad hasta el Campus Universitario, de ida y vuelta.

Si bien existen antecedentes de buses eléctricos, como es el caso del Trolebus en Ciudad de Córdoba por ejemplo, la novedad de esta iniciativa radica en el hecho de que en este caso no se necesitaría de ningún tipo de cableado que acompañe el trayecto. “La idea es que el autobús sea recargado al final de cada recorrido, una vez en la Terminal y otra en el Campus”, indicó el Ingeniero Pierantonelli, y además agregó: “también estamos analizando la posibilidad de instalarle paneles solares que permitirían compensar el consumo eléctrico que le implicaría al suministro de la ciudad”.

Desde el punto de vista económico, el director del proyecto señaló que están pensando en un colectivo adaptado exclusivamente para las necesidades de Villa María. “No necesitamos que tenga demasiada autonomía en sus baterías ya que acá las distancias son más cortas y generalmente eso es lo que más encarece este tipo de dispositivos”, comentó.

Según comentó, en el mercado internacional estos vehículos están valuados alrededor de los 500 mil dólares y en este caso la inversión sería de poco menos de 100 mil de dólares, teniendo en cuenta que se trabajaría en adaptar un colectivo donado. “El monto a invertir sería rápidamente amortizado teniendo en cuenta lo que cuesta hoy el litro de gasoil y que el vehículo ya no necesitaría cambios de aceites costosos, por ejemplo”, aclaró el ingeniero.

Si bien la planificación prevé instalar centrales de carga para los dos extremos del recorrido que permitirán abastecer las baterías que alimentan al motor eléctrico, también proyectan instalarle paneles solares que representarían la posibilidad de suministrar un 20 por ciento del total de energía necesario para darle movilidad.

Pierantonelli además destacó que esta ciudad tiene las condiciones ideales para poner en funcionamiento este medio de transporte por las cortas distancias existentes y la llanura característica de la región, que contribuiría a no tener que esforzar el motor eléctrico demandando aún más energía. A su vez manifestó que la elección del recorrido para el cual está pensado este dispositivo, tiene que ver con que “es un tramo casi en línea recta que atraviesa completo uno de los más importantes bulevares de la ciudad y que se ve favorecido por la reciente ampliación del mismo”.

“De concretar esta iniciativa podríamos pensar en un transporte para nuestra comunidad con cero gastos y cero emisiones contaminantes, cuya inversión se amortizaría en menos de tres años”, finalizó el docente e investigador del Instituto de Básicas.

Equipo de trabajo:

El proyecto es dirigido por Mario Pierantonelli, co dirigido por Rosana Rossi, con participación de los docentes Gastón Barufaldi y Emilio Gudemos; además colaboran los estudiantes Juan Cruz Medina y Tomás Quintilla. A su vez este último está en proceso de finalización de su Trabajo Final de Grado en donde realiza un abordaje de la factibilidad de poner en funcionamiento este ómnibus urbano sustentable.

Perfil del docente:

Mario es oriundo de Villa María, ingeniero Electricista Electrónico, especialista en Ingeniería en Telecomunicaciones y docente e investigador de la casa de altos estudios local.

(imágenes ilustrativas)

Se trata de una iniciativa que pretende profundizar en el conocimiento teórico-práctico de la utilización de microorganismos presentes en el suelo y su rol en el marco de una agricultura sustentable.

La propuesta surge desde el Área de Posgrado del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) y  será dictada del 28 de octubre al primero de noviembre de 2019 en el Campus universitario (Arturo Jauretche 1555). Es importante mencionar que se trata de un curso que acredita para doctorado, aprobado por resolución número 100/2019.

El curso se titula «Los microorganismos del suelo: su uso como biofertilizantes o biorremediadores en una agricultura sustentable» y es coordinado por el docente e investigador de la casa, doctor Pablo Yaryura y la docente de la Facultad de Agronomía de la UBA, doctora Viviana M. Chiocchio.

También participa del dictado la graduada, docente e investigadora de la UNVM, doctora Verónica Felipe.

Aranceles:

  • Estudiantes posgrado IAPCB: 2500 pesos
  • Docentes -becarios/as IAPCB: 2500 pesos
  • Doctorandos externos: 2800 pesos
  • Profesores externos: 3500 pesos
  • Graduados/as UNVM: 3500 pesos
  • Profesionales y empresas: 4500 pesos

CRONOGRAMA COMPLETO

Para inscribirte click acá>> INSCRIPCIONES

Para más información>> posgradoicba@gmail.com

 

El pasado viernes 7 de junio se llevó a cabo la Primera Jornada Nacional de Agroalimentos y Sustentabilidad (JoNAS) en el Campus de la Universidad Nacional de Villa María, organizada por el Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas.Fue un evento multitudinario que contó con más de 500 asistentes, cerca de 100 exposiciones en modalidad póster de distintos grupos de investigación del Instituto y de otras Universidades, 12 disertaciones y 4 conferencias plenarias a cargo de referentes nacionales e internacionales. Todo en relación a temáticas vinculadas a la producción y salud animal, tecnología y ciencias de los alimentos, energías renovables y aplicaciones alternativas, sustentabilidad ambiental, producción vegetal, seguridad y soberanía alimentaria, diseño industrial y tecnologías.

El acto de apertura del evento que se extendió de 8:30 a 18:30 fue encabezado por el rector de la UNVM, Luis Negretti, y el decano del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas, Germán Cassetta. Ambos destacaron la importancia de propiciar, desde la Universidad, la concreción de este tipo de actividades en donde estudiantes, docentes e investigadores dialogan entre sí y con el sector socio productivo en donde están insertos.

Las conferencias plenarias estuvieron a cargo de referentes nacionales e internacionales como el doctor Luis Ortega Mora, referente de la medicina veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid; el doctor en agroecología Walter Pengue, de la Universidad Nacional General Sarmiento; el doctor Pablo Daniel Ribotta, especialista en bioquímica de los alimentos de la Universidad Nacional de Córdoba; y el ingeniero agrónomo Walter Pengue presidente de la Red Nacional e Internacional de Muncipio y Comunidades que fomentan la agroecología (RENAMA).

Además de las conferencias que tuvieron lugar en el auditorio del Campus universitario, se llevaron a cabo disertaciones con masiva participación de estudiantes de Agronomía, Ingeniería en Alimentos, liceciatura en Ambiente y Energías Renovables, Diseño Industrial y Medicina Veterinaria. Si bien fueron enfocadas al área de implicancia de cada una de las propuestas académicas que dicta el Instituto, todas estuvieron vinculadas al eje transversal del evento que fueron los agroalimentos y la sustentabilidad.

Las mismas fueron concretadas por: doctor Adrián Alberto Vojnov, doctor carlos Lanusse, doctora Adriana Mauri, ingeniera agrónoma Eugenia Sosa, diseñador industrial Silvio Tinello, doctor Rodolfo Luzbel De La Sota, doctora Karina Ribichich, doctor Leblanc Jean Guy Joseph, ingeniero en Alimentos Nicolás Mignola, doctor Alberto Soliva, diseñador industrial Marcelo Federico y diseñador industrial Ignacio Pilloto.

A su vez se llevaron cabo más de diez exposiciones orales por parte de representantes de grupos de investigación del Instituto de Básicas.