A través de la Licenciatura en Ambiente y Energías Renovables, la Universidad Nacional de Villa María fue incorporada a una mesa de trabajo que busca implementar políticas climáticas tendientes a mejorar las condiciones en el territorio cordobés.

Recientemente la secretaria Académica del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM), Georgina Etchegaray, junto al docente de la Licenciatura en Ambiente y Energías Renovables (LAER), Luis Tuninetti, participaron de una reunión formal con representantes del Ministerio de Ambiente y Economía Circular de la Provincia de Córdoba.

El objetivo del encuentro fue coordinar las primeras acciones conjuntas, haciendo formal la incorporación de la UNVM al Observatorio Provincial de Acción Climática (OPAC). Según aclararon esta mesa de trabajo depende de la Secretaría de Cambio Climático del ya mencionado ministerio de Córdoba y persigue el objetivo de monitorear, evaluar y asesorar en la implementación de las políticas climáticas para la provincia.

«El OPAC está diseñado para actuar como un espacio de investigación, análisis y coordinación entre diversas instituciones académicas y científicas de la provincia, con el propósito de apoyar la toma de decisiones en materia de cambio climático y promover acciones integradas y basadas en evidencia», especificó el docente e investigador de la LAER y añadió: «Dentro de las primeras tareas en las que contribuiremos está la implementación del plan provincial de respuesta al cambio climático y el desarrollo de un sistema integral de información climática».

Resulta relevante destacar que Tuninetti dentro de la UNVM integra el equipo del Centro de Estudios del Ordenamiento Ambiental del Territorio (CEOAT) y desde hace años viene trabajando y especializándose en temáticas vinculadas a la crisis climática. En este sentido, el docente se sumará a colaborar a un espacio que promete servir de nexo entre diversas instituciones académicas y científicas que se articularán con el propósito de promover acciones integradas y basadas en la evidencia

La Universidad Nacional de Villa María recibirá financiamiento para fortalecer investigaciones orientadas a la conservación de la biodiversidad y a la bioeconomía. Se trata de dos iniciativas que integran docentes y becarias del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas y que se destacaron por su vinculación con el sector.

En el marco del Programa Integral de Financiamiento a la Investigación en Córdoba (PIFIC) el Ministerio de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica de la Provincia seleccionó dos propuestas presentadas desde el Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM).

Por un lado, está el trabajo que integran docentes y becarios del área de Alimentos, quienes buscan desarrollar lácteos que, además de satisfacer las necesidades nutricionales básicas, puedan proporcionar beneficios para la salud humana.

En concreto esta propuesta, enmarcada en el eje de bioeconomía, apunta a producir queso tipo mozzarella con esa particularidad y para ello la provincia destinará 5 millones de pesos.

Por otra parte, dentro del eje destinado a la conservación de la biodiversidad, fue seleccionado el trabajo que integran desde Ambiente y Agronomía, el cual pretende implementar microorganismos eficientes para la biorremediación de suelos que estén contaminados con atrazina.

El objetivo es recuperar los espacios afectados y también evitar la propagación de este herbicida a través de otros recursos como el agua subterránea. En este caso el ministerio aportará la suma de 2 millones y medio de pesos.

«En el crítico contexto que vive el sistema científico nacional este aporte sin dudas es un aliciente para poder seguir sosteniendo los avances en los que se viene trabajando desde hace años y que apuntan a mejorar la calidad de vida de la sociedad en general», señala la secretaria de Investigación y Extensión de Básicas, Mariana Montenegro y añade: «Pese al panorama, celebramos este logro porque son procesos evaluativos muy exhaustivos y el hecho de haber sido seleccionados da cuenta de la pertinencia y la calidad científica de los abordajes».

Resulta importante mencionar que ambas líneas de investigación llevan adelante sus trabajos en las instalaciones del Instituto Multidisciplinario de Investigación y Transferencia Agroalimentaria y Biotecnológica (IMITAB), siendo este el organismo de doble dependencia entre Conicet y la UNVM.

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Dentro de su extensa trayectoria, la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) trabaja en diversas propuestas de investigación que buscan dar respuesta a las necesidades y problemáticas de la comunidad.

En ese sentido, la docente del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas y especialista en toxicología, doctora Lara Buthet lidera un equipo de trabajo centrado en salud socioambiental que actualmente avanza en el análisis de la calidad del aire en las inmediaciones de un jardín de infantes del barrio Botta, el cual está ubicado a metros de un micro basural.

Según comenta Buthet, este grupo viene realizando estudios sobre las características del suelo del lugar y recientemente colocaron un medidor de material particulado adquirido desde un proyecto de Conicet, que les permitirá recopilar datos en tiempo real, para luego analizarlos y así determinar la calidad de ese aire.

Respecto al dispositivo destacaron el nivel de precisión en los datos arrojados, el cual consideraron «clave» para el desarrollo de acciones a futuro. «El aparato nos permite medir la temperatura, humedad, dióxido de carbono y principalmente el tamaño de las partículas presentes en el aire. Este último factor es de importancia debido a que, mientras más pequeñas sean las partículas, mayor probabilidad existe de que estas queden alojadas en los pulmones», resaltó la doctora.

«Esto es fundamental debido a que, si se logra identificar su composición, se puede inferir que el basural próximo al jardín de infantes podría ser un causante de la dispersión de componentes posiblemente tóxicos, generando de esta forma, un probable daño para la salud», remarcó Buthet.

Es importante mencionar que en función a los resultados que se obtengan se podrá trabajar en una propuesta para mejorar las condiciones del sitio, contemplando la implementación de políticas públicas que permitan también dar trabajo formal a aquellas personas que viven del tratamiento y reutilización de los diversos desechos que allí se encuentran, como el cobre y los plásticos.

Por último, resulta relevante destacar que el grupo que dirige la docente de la UNVM acciona en diversos sentidos, llevando a cabo otras actividades de concientización ambiental con las y los vecinos, en conjunto con el municipio local a través del Instituto Libre del Ambiente (ILA) y el Municerca número tres.

Tal es así que el 2 de noviembre se realizará un ‘Bingo Ambiental’, el cual esperan que funcione como «espacio de vinculación y acercamiento» con la comunidad entre sí y al mismo tiempo con las instituciones involucradas, priorizando las trayectorias de vida de quienes transitan esos lugares

El Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) inaugurará formalmente una planta industrial para el procesamiento de alimentos. Si bien el espacio ya está en funcionamiento desde hace un tiempo en el Campus, durante el evento se realizará el corte de cinta que indica el protocolo y se descubrirá la placa homenaje que denomina al lugar. 

En la última sesión del Consejo Superior de la UNVM se aprobó de manera unánime la propuesta para identificar como ‘Ingeniero Carlos Berra’ a la Planta Industrial que funciona en la órbita del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas. La iniciativa fue presentada por la decana Carolina Morgante en el marco de la inauguración del espacio y pretende homenajear los años de servicio de quien fuera su secretario de Investigación y Extensión y de Vinculación desde 2019 hasta inicios de 2024.

En este sentido, el corte de cinta y descubrimiento de la placa en homenaje se realizará el próximo jueves 31 de octubre a las 10 horas en el ingreso a la planta, la cual está ubicada en las inmediaciones del sector de deportes del Campus universitario.

Según detallaron durante la sesión, el espacio actualmente ya está en funcionamiento y casi el total de su producción se aboca al desarrollo de la leche de burra como alternativa de consumo en niñas y niños con alergia a la proteína de la leche de vaca. Próximamente esperan poder expandirse incorporando nuevas líneas de procesamiento, principalmente relacionadas con el área de los alimentos.

«La idea es que este espacio se constituya como un engranaje clave de nuestra Ingeniería en Alimentos y de la Tecnicatura en Bromatología, también en vinculación con Medicina Veterinaria y otras carreras de Básicas. Los futuros profesionales de estas disciplinas requieren de un contacto directo con todo lo vinculado a procesos productivos y esta planta busca suplir esa necesidad» detalló sobre el proyecto la decana Morgante y agregó: «Gracias a un trabajo conjunto con la Universidad Nacional de Río Cuarto, hace algunos meses incorporamos los primeros equipamientos en el marco del proyecto de desarrollo de leche de burra y hoy ya tenemos bastante aceitado el esquema, por eso queremos inaugurar formalmente este espacio que se complementa con el tambo que tenemos en Yucat».

Al momento de ser consultada por la denominación de la planta, la máxima autoridad de Básicas comentó: «Esta propuesta la hicimos luego de conversarlo con el equipo que lleva adelante el espacio y entendemos que es más que meritorio. Carlitos, además de su dedicada labor de muchos años, a este proyecto en particular le puso el cuerpo y todo su conocimiento para hacerlo posible para engrandecer a la profesión que tanto quería. Por eso creemos que, más allá de lo protocolar, será un momento muy emotivo».

Es importante mencionar que Berra, además, fue docente de la Ingeniería en Alimentos, la Tecnicatura Universitaria en Bromatología y su formación de posgrado como magister lo llevó a impartir clases también en algunos módulos del Máster Internacional en Tecnología de los Alimentos (MITA).

En lo que respecta a su trayectoria fuera de la UNVM, se desempeñó profesionalmente en diversos espacios vinculados a la industria láctea, llegando a ser nombrado Director Nacional de Lechería. También encabezó equipos en otros países e integró misiones de asistencia técnica en la temática láctea en China, Angola, Brasil, Colombia, Cuba, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Perú, República Dominicana, entre otros.

 

 

La jornada se desarrolló en el auditorio del Concejo Deliberante de la capital cordobesa y contó con disertaciones a cargo de docentes e investigadores del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas especializados en la temática. 

El pasado jueves 26 de septiembre se llevó a cabo el primer foro de Biocombustibles de Córdoba impulsado desde el Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos de la Provincia. Dicha iniciativa fue respaldada por distintas instituciones del ámbito educativo como la Universidad Nacional de Villa María (UNVM), la Universidad Tecnológica Nacional y el Conicet Córdoba, junto a otras organizaciones del sector público.

La nutrida agenda de actividades incluyó paneles sobre biogás, biocombustibles líquidos y biocombustibles sólidos, en donde se resaltó la participación de investigadoras del complejo científico tecnológico y representantes de los sectores público y privado de la Provincia. Cada uno, moderado por referentes del sector, exploró aspectos vinculados a avances técnicos y desafíos actuales, promoviendo el debate y la identificación de oportunidades para proyectos colaborativos.

Dentro de ese cronograma, se destacó la participación de la docente e investigadora de la Licenciatura en Ambiente y Energías Renovables (LAER), María José Galván, quien expuso su trabajo vinculado a “Avances, optimización y potencial de producción de biogás en Córdoba”.

Resulta importante destacar que Galván desde hace años integra una línea de trabajo centrada en la sustentabilidad ambiental y energética, buscando la generación de biocombustibles a través de la revalorización de subproductos. Este desarrollo forma parte de un extenso listado de temáticas científicas radicadas en la UNVM a través del Instituto Multidisciplinario de Investigación y Transferencia Agroalimentaria y Biotecnológica (IMITAB).

Desde la organización valoraron este evento como un primer espacio de articulación entre el sector público y privado, facilitando la firma de convenios en torno al desarrollo sostenible y competitivo para una temática central como lo es la bioenergía en todo el territorio provincial.

Resulta relevante mencionar que la actividad fue de acceso gratuito y estuvo destinada principalmente a profesionales del sector, entre los cuales se destacó la presencia de graduadas de la LAER que actualmente se desempeñan en distintas empresas de la región.

 

El Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) admitió la incorporación de cuatro estudiantes del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) al sistema de incentivo a investigación científica. Se trata de estudiantes avanzados de la Licenciatura en Ambiente y Energías Renovables.

María Paula Mercado, Florence Geraldi Rojas, Augusto Fogolín y Daiana Martínez cursan sus estudios de grado en la Licenciatura en Ambiente y Energías Renovables (LAER)  y fueron reconocidos por el Consejo Interuniversitario Nacional al ser incorporados al sistema de Estímulo a las Vocaciones Científicas (EVC)

El programa de becas EVC está destinado a jóvenes universitarios que tengan interés en iniciar su trayecto en investigación y que estén enmarcados en proyectos acreditados en el ámbito de instituciones universitarias públicas. Para poder presentarse, las y los estudiantes, deben elevar una propuesta temática, cargar sus antecedentes académicos al sistema de la convocatoria y contar con un director o directora a cargo de la línea de trabajo.

Posteriormente, desde el CIN se realiza una evaluación de todas estas variables para poder otorgar un puntaje determinado que será el que habilite o no su ingreso al sistema.

En lo que respecta a la dirección de los proyectos presentados se enumeran los siguientes docentes de Básicas: Manuel Vicondo, Ana Guzmán, María José Galván, Salvador Degano y María Jimena Rodríguez. Además también participa en uno de los equipos la integrante del CEOAT Dafne Mizdraje.

Resolución completa

Desde hace años la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) avanza en distintos aspectos que buscan dar respuesta a las necesidades del entorno y preservar el cuidado del medio ambiente. En ese marco, la doctora María José Galván integra un equipo de trabajo interdisciplinario que propone la generación de biogás a partir del aprovechamiento de residuos de la agroindustria.

Según define la investigadora del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas de la UNVM, el biogás es un combustible generado por reacciones de biodegradación de la materia orgánica, para lo cual se emplean ciertos microorganismos y posibilitan determinadas condiciones de temperatura. En ese sentido, el grupo de Galván viene avanzando desde el año 2015  en una línea de investigación que consiste en reaprovechar el desperdicio de la industria agropecuaria para tal fin.

Concretamente al ser Villa María un polo agroindustrial, los altos volúmenes de generación de estos residuos convierten a la ciudad en un escenario propicio para el desarrollo de este tipo de iniciativas en donde los desperdicios son utilizados como materia prima para generar un subproducto.

“Estos residuos son para nosotros el sustrato que nos permite obtener el biogás y, a su vez, extraer el digestato, que también puede ser incorporado como un tipo de biofertilizante”, comenta Galván en el marco de una entrevista que brindó en el programa ‘Diálogos en la Uni’ y agrega: «Estamos en una zona que es muy rica en cuanto a reserva de residuos agroindustriales. Nosotros principalmente trabajamos con estiércol, purines, residuos de cosecha y de los frigoríficos, que son efluentes bastante complicados en cuanto a su tratamiento».

En relación a los principales beneficios de este tipo de energía alternativa, la implementación del biogás permite sustituir en cierta medida el uso de gas convencional como combustible, bajando así las emisiones de gases efecto invernadero, entre otras ventajas ambientales. Además, durante su generación, existe un beneficio ambiental extra en tanto se evita la acumulación de residuos por parte de este sector en particular.

En lo que respecta al trazado de políticas públicas que contribuyen a este tipo de desarrollos, la doctora en ciencias de la ingeniería resalta la importancia de promover líneas crediticias que incentiven a productores a introducir mejoras en los establecimiento y continuar vinculando «estrechamente» a la academia con el sector industrial. «Nosotros también tenemos que hacernos partícipes de estos avances. Por ejemplo, hace un par de semanas recibí una invitación para formar parte del clúster BioE, el cual precisamente busca reunir a todas las partes del proceso para mejorar el incentivo de políticas”.

Doble reaprovechamiento:
Según comenta la docente de la Licenciatura en Ambiente y Energías Renovables, dentro de este mismo desarrollo su equipo también lleva a cabo una iniciativa que pretende «adelantarse a un problema». «Estamos tratando de ir varios pasos adelante para que cuando esta industria del Biogás crezca haya también una buena gestión del digestato que se genera a partir de la producción del biocombustible», relató y especificó: «El digestato puede ser utilizado, entre otras cosas, como fertilizante ya que permite retener la humedad y liberar progresivamente nutrientes para las plantas, trayendo además diversos beneficios para el suelo».

En este aspecto, la investigadora resaltó la articulación con otros proyectos de la UNVM, mencionando que trabajan junto con ellos en la prueba de las mejores mezclas de fertilizantes, analizando promotores de crecimiento y rindes de la planta en cultivos como el tomate. A su vez, también se lleva a cabo un trabajo conjunto con la Universidad Nacional de Córdoba, la de Río Cuarto, Tucumán y el Litoral.

Por último destacó la impronta de vinculación con el sector público y privado que tiene este desarrollo en donde desde la Universidad han conseguido trazar alianzas con municipios, cooperativas y plantas como Yanquetruz, 3C y Enreco. «Luego de trabajos conjuntos, varias de estas empresas han incorporado a estudiantes de la UNVM que se formaron en este proyecto de investigación», mencionó Galván y remarcó: “Es un orgullo muy grande”.

Luego de certificar prácticas sostenibles en tareas de enseñanza e investigación, la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) fue incorporada a una red internacional que promueve los estudios sobre Química desde una perspectiva sostenible. La iniciativa fue promovida por un grupo de investigación del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas.

Beyond Benignes una organización internacional que brinda a educadores de todo el mundo herramientas, capacitaciones y apoyo para estimular la incorporación de una perspectiva sostenible en ámbitos de trabajo vinculados a la Química. Esta perspectiva, denominada Química Verde o GCC, por sus siglas en inglés, apunta a certificar buenas prácticas en tareas de enseñanza e investigación en ese ámbito.

En ese marco, a partir de la iniciativa de un grupo de investigadores de Química Orgánica dirigidos por el doctor Mario Lanteri del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas, la UNVM se convirtió en la única Universidad del país en ingresar al listado de instituciones que son reconocidas  por contribuir en la implementación de metodologías respetuosas con el medio ambiente.

En cuanto a esto, el ingeniero en alimentos y becario doctoral del Conicet Humberto Quiñonez, destacó: “Para la Universidad, ser considerada parte del GCC representa un paso significativo hacia el liderazgo en educación e investigación sostenible. Al comprometerse con los principios de la ‘Química Verde’, la UNVM demuestra su interés real en reducir su huella ambiental y avanzar en la integración de estos valores en sus programas académicos y de investigación”.

Según comentó el ingeniero, este logro además le permitirá a la UNVM un accesoa comunidad «muy amplia» de expertos en química, y el acceso a oportunidades de financiación y proyectos conjuntos. “Este compromiso no solo mejora la reputación de la institución, sino que también alinea sus objetivos educativos con los objetivos globales de sostenibilidad, contribuyendo al movimiento hacia un futuro más verde”, agregó Quiñonez.

Por último, el ingeniero resaltó que ser parte de este grupo brinda a los estudiante diversas oportunidades para involucrarse con prácticas de vanguardia en la temática, preparándolos para futuras carreras en las que la sostenibilidad tiene un papel importante. A su vez, les proporciona los conocimientos y habilidades necesarias para enfrentar los desafíos ambientales globales, formando una generación de químicos correctamente capacitados en prácticas sostenibles y soluciones innovadoras.

Resulta relevante destacar que el grupo de investigación que introdujo esta perspectiva en la UNVM cuenta también con la colaboración de la ingeniera Romina Martino y sus tareas de abordaje las llevan a cabo en el Instituto Multidisciplinario de Investigación y Transferencia Agroalimentaria y Biotecnológica (IMITAB).

El médico veterinario Pablo Chesta forma parte de un equipo de investigación que trabaja en la implementación de tecnologías para la inseminación artificial a tiempo fijo en bovinos. La iniciativa pretende superar inconvenientes propios de la técnica convencional, vinculados fundamentalmente a la detección del momento de fertilidad de la vaca.

Un grupo de docentes e investigadores del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) y el Instituto de Reproducción Animal Córdoba (IRAC), viene trabajando desde hace años en la puesta a punto de nuevas estrategias para mejorar las técnicas de inseminación artificial en vacas. En este sentido, el docente e integrante del equipo Pablo Chesta brindó una entrevista al programa ‘Diálogos en la Uni’ en donde compartió detalles respecto a esta iniciativa.

En principio Chesta comentó que esta práctica es considerada «una de las más eficientes» para producir mejoras genéticas en los tambos porque promueve el estudio previo de los ciclos de ovulación del animal, permitiendo desarrollar la inseminación en conjunto, y al mismo tiempo, de una gran cantidad de bovinos. A su vez, resaltó que en la región tanto Argentina como Brasil son pioneros en la temática.

«La posibilidad de desarrollar inseminación artificial a tiempo fijo permite evitar determinados inconvenientes propios del método tradicional, relacionados a la dificultad en la detección del momento en que la vaca está receptiva para ser inseminada. En cambio, estos programas de inseminación a tiempo fijo lo que permiten es, conociendo en qué momento se produce la ovulación, programar a las vacas para inseminarlas a todas juntas», comentó y resaltó: «Eso productivamente hace que un establecimiento que inseminaba pocos animales pueda hacerlo a mayor escala”.

Desde un aspecto mas técnico, el médico veterinario mencionó que este programa busca profundizar conocimientos de la fisiología reproductiva del bovino a través de métodos como la ultrasonografía. En base a ello, luego se combinan diferentes hormonas que ya se encuentran naturalmente en el ciclo reproductivo de la vaca y se aplican en momentos determinados con el fin de manejar artificialmente la dinámica folicular y la ovulación. “Es a partir de ese conocimiento que se aplican estos programas para inseminar a todas las vacas juntas”, agregó.

Sobre la rentabilidad de este tipo de procedimientos, el investigador mencionó que existen variables que «no son tan fáciles de medir» en cuanto a rendimiento anual o a corto plazo, debido a que la incorporación de genética conlleva un proceso que se reflejará en el tambo o en el campo de cría dentro de un plazo de 4 a 5 años. “Por suerte, la mayoría de nuestros productores están convencidos que es la forma de ir mejorando y por eso estos programas ayudan desde ese ámbito”, destacó.

En cuanto a su trayectoria dentro de este ámbito, Chesta comentó: “Se viene trabajando desde los inicios de la carrera de Medicina Veterinaria de la UNVM. El grupo de investigación de reproducción del cual formo parte tiene algunos años anteriores y es uno de los pioneros en Sudamérica en trabajar en estos programas, hace más de 30 años que trabajamos en el tema”.

“Puntualmente nuestro grupo de investigación tiene mucha relación con Brasil porque es habitual el intercambio de pasantes y de docentes. En general, lo que tiene Brasil además de un gran volumen de animales, es que las razas son diferentes a la de Argentina. Entonces, muchos de los trabajos que hacen los complementamos nosotros en ganado británico, de raza Angus o Hereford».

Respecto a la relación que mantienen con los productores en estos procesos, señaló: “Nuestros proyectos tienen una gran vinculación con productores. Por lo general, nuestra variable de respuesta es la preñez que hay en un tambo o en un campo de cría, y para eso necesitamos la colaboración de los productores, definiendo proyectos y tratando de coordinar con ellos donde se realizan y transmitir las ventajas que tienen estos programas”.

“Siempre el desafío es acompañar a los productores, conociendo las realidades, dónde son los puntos donde se puede mejorar para mejorar la eficiencia, para mejorar la productividad. Ese es el rol en el área de investigación nuestra, que es bastante aplicada, estamos mucho en contacto con los productores, tanto sea por los trabajos de investigación o por nuestra actividad privada”, remarcó.

Por último, el docente del Instituto de Básicas enfatizó sobre la impronta extensionista que conllevan estos procesos. “Nosotros siempre estamos muy agradecidos de que nos permitan contar qué es lo que se hace, desmitificar malas creencias de lo que se hace con las inseminaciones artificiales o con la producción. Me parece que está bueno ese rol, nosotros lo tratamos de cumplir y de hacer esa extensión y esa mejora de eficiencia”, cerró.

Una comitiva del Gobierno Provincial visitó parte de las instalaciones que la Universidad Nacional de Villa María tiene destinadas a la producción de leche de burra. El recorrido se realizó por la Estancia Yucat y estuvo encabezado por la vicegobernadora, Myrian Prunotto.

En el marco de un proyecto colaborativo entre el Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas de la UNVM y la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC), desde hace poco más de dos años ambas instituciones avanzan en un abordaje científico que tiene como fin introducir al mercado alimenticio la leche de burra. El principal objetivo consiste en poder brindar una alternativa de consumo para niños y niñas con alergia a la proteína de la leche de vaca.

En este sentido, este viernes 9 de agosto la vicegobernadora de la Provincia de Córdoba, Myrian Prunotto fue recibida en las instalaciones del Centro de Ordeñe que la UNVM y la UNRC tienen emplazado en las inmediaciones de la Estancia Yucat para interiorizarse acerca de esta propuesta y sumar acciones que permitan la incorporación de este alimento a las góndolas.

La comitiva provincial fue recibida por el rector, Luis Negretti, el coordinador de Gabinete, Germán Cassetta, la decana de Básicas, Carolina Morgante y la secretaria de Investigación y Extensión del Instituto, Mariana Montenegro, quienes participaron de un recorrido por las instalaciones y degustación del producto guiados por el integrantes del equipo interdisciplinario que lleva adelante la propuesta y que está conformado por docentes, investigadores y becarios Conicet.

Es importante destacar que este espacio es donde se llevan a cabo las tareas de cría, cuidado y extracción de la leche, que luego es procesada aún a pequeña escala en la planta piloto del Campus de la UNVM