Ticiana Scotto, licenciada en Ambiente y Energías Renovables, forma parte de un abordaje internacional que busca proteger al Loro Pecho Vinoso -Amazona vinacea-, una especie endémica del Bosque Atlántico que hoy se encuentra en peligro de extinción.
Desde hace semanas, Ticiana colabora como voluntaria en el proyecto ‘Ecología y Conservación del Loro Pecho Vinoso en el Bosque Atlántico Argentino’, una iniciativa llevada adelante por Aves Argentinas – Asociación Ornitológica del Plata y BirdLife International. El trabajo de campo se desarrolla en el Departamento de San Pedro, en la provincia de Misiones, una de las últimas regiones donde sobrevive esta emblemática especie.
“Es muy emocionante poder aplicar lo que estudié a un proyecto concreto que trabaja en la conservación de una especie clave para este ecosistema”, cuenta Ticiana, quien se graduó meses atrás de la licenciatura en Ambiente y Energías Renovables en el ámbito del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) y que decidió sumarse a esta iniciativa que reúne a profesionales de la biología, ingenieros forestales, técnicos en conservación y guardaparques de toda la región.
Una especie al borde del colapso
Según comenta la licenciada, el Loro Pecho Vinoso es una de las especies más amenazadas del Bosque Atlántico. «Los últimos registros recabados indican apenas 247 individuos en estado silvestre, por eso la necesidad de su conservación es urgente» señala la profesional de la UNVM y comenta que la especie habita en Argentina, Brasil y Paraguay, y su «situación crítica» ha impulsado la organización de un nuevo conteo, diez años después del último ejercicio conjunto.
Esta actividad, en la que participa actualmente Ticiana junto a otros voluntarios y especialistas, se desarrolló durante los primeros días de abril en simultáneo y se replicó en los tres países donde habita esta especie. Concretamente en Argentina, en Misiones, se dispusieron ocho puntos de conteo priorizando sitios con registros históricos de la especie, especialmente aquellos donde se detectaron dormideros colectivos.
“El conteo no solo busca relevar cuántos loros quedan, sino también entender si las medidas de conservación están dando resultado y hacia dónde tenemos que apuntar ahora”, explica Ticiana y agrega: «Las principales amenazas que tiene el Loro Vinoso son la caza, la pérdida de hábitat, destrucción de los sitios de nidificación y su captura para mascotismo. En estos meses vamos a estar buscando los dormideros e instalando cajas nido para que los loros los puedan usar para nidificar, ellos naturalmente usan los huecos de los árboles para eso pero con la tala de especies como el eucaliptos o las araucarias se van quedando sin ese espacio».
Ciencia, conservación y cooperación
El proyecto busca evaluar la situación actual de este tipo de Loros en Argentina, identificar sus áreas clave de vida, como sitios de forrajeo, reproducción y dormideros, además de estudiar sus parámetros reproductivos. «Estamos también trabajando activamente para mejorar el éxito reproductivo mediante la instalación de cajas nido, el monitoreo de nidadas y el seguimiento de los volantones, que son los loros jóvenes que dejan el nido», refuerza Scotto y añade: «Los datos recolectados se envían a la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y al Ministerio de Ecología de Misiones para informar políticas públicas de protección.
Para Ticiana, esta experiencia es una confirmación de su vocación: “Formar parte de un proyecto así te cambia la mirada. Te das cuenta de lo importante que es que los profesionales del ambiente estemos en el territorio, trabajando en red y sumando conocimiento para proteger nuestras especies nativas”.
«Este tipo de iniciativas no solo fortalece la conservación de una especie emblemática, sino que demuestra el impacto concreto que puede tener la formación ambiental en proyectos reales, donde ciencia, vocación y compromiso se encuentran para construir un futuro más sustentable», finaliza.